El Congreso, controlado por los demócratas, aprobó una legislación histórica que ampliará la atención de la salud para llegar a decenas de millones de estadounidenses que carecen de ésta, y que buscará poner fin a los abusos de las empresas aseguradoras.
La votación en la Cámara de Representantes fue de 219-212 y coronó una lucha de un siglo por dar cobertura prácticamente universal de los servicios de salud en el país.
La iniciativa aprobada por el Senado, que pareció muerta hace apenas un par de meses, enfrentó el domingo la oposición unánime de los republicanos, pero la iniciativa irá ahora a manos del presidente Barack Obama para que la promulgue con su firma.
Funcionarios del Congreso confiaron en que Obama firmará la propuesta incluso el martes.
Los republicanos esperaban que al bloquear la legislación podrían descarrilar la ambiciosa agenda de Obama en materia de política interna, la cual incluye una reforma migratoria y una legislación para combatir el cambio climático.
Aunque la atención nacional a la salud ha sido desde hace décadas una meta de distintos presidentes, ninguno había tenido éxito, en parte por la resistencia de grupos políticos y porque suele verse con suspicacia a medidas que fortalezcan al gobierno central en el país.
Obama tenía previsto emitir un mensaje a la nación el domingo por la noche, después de la votación.
Luego de un año de batallas políticas -que seguramente persistirán hasta las campañas para las elecciones legislativas de noviembre- el resultado del debate en la Cámara de Representantes se volvió por fin predecible el fin de semana