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elecciones en argentina
La presidenta argentina, Cristina Fernández, y su fallecido esposo dominaron la política argentina durante 12 años con una política interna centrada en programas de prestaciones sociales para los pobres y una estrategia exterior de políticas proteccionistas y retórica combativa.
Los votantes tendrán el domingo la oportunidad de ayudar a decidir si esas políticas se mantienen en la nación suramericana, de 41 millones de habitantes, al pronunciarse en unas primarias abiertas a los candidatos presidenciales, que tienen casi aseguradas las nominaciones de sus respectivos partidos.
Para los candidatos que aspiran a suceder a Fernández, las primarias ayudarán a calibrar cómo marchan sus campañas para las elecciones generales del 25 de octubre, y hasta qué punto deben alinearse con las políticas sociales del movimiento político de Fernández, conocido como kirchnerismo.
Esta nación conocida en el mundo por sus futbolistas, tangueros y carnes enfrenta muchos problemas económicos. Analistas independientes estiman la inflación en más de 30% y el peso argentino se ha devaluado frente al dólar. Una disputa prolongada con fondos “buitres” estadounidense repele las inversiones extranjeras.
Las encuestas revelan que los votantes están profundamente divididos sobre cómo enfrentar esos problemas y quién es el más capacitado para hacerlo.
“Necesitamos mejorar en todas las áreas de la vida”, dijo Héctor Ramírez, portero de 65 años, que se declaró indeciso mientras hacía la cola para votar en una escuela primaria. “Argentina es un país glorioso con muchos recursos. El problema es siempre quien está gobernando”.
Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires y ex vicepresidente es el candidato del peronismo, el partido de Fernández. Ha elogiado las políticas de la presidenta, pero también prometido reformas cuando sean necesarias, y una actitud más amistosa en las relaciones internacionales.
Mauricio Macri, alcalde saliente de Buenos Aires y ex presidente del club de fútbol Boca Juniors, es el principal candidato de la oposición. Ha prometido hacer al país más amable para las empresas y levantar restricciones a la capacidad de los ciudadanos para comprar dólares, una promesa que el gobierno y algunos economistas tachan de poco realista.
Mientras tanto, Sergio Massa, que ocupó cargos electos y de gobierno y se ha alejado de Fernández, se presenta por su cuenta y promete encarcelar a los políticos corruptos.
Scioli lleva meses al frente de las encuestas, y los últimos sondeos le sitúan hasta 10 puntos por encima de Macri.
La Constitución impide a Fernández presentarse a un tercer mandato. Su fallecido esposo y predecesor, Néstor Kirchner, fue elegido en 2003 y gobernó un período antes que ella. Se atribuye a la pareja haber sacado a la Argentina de una de sus situaciones más críticas, un default de 100.000 millones de dólares en 2001 que provocó una corrida bancaria y liquidó los ahorros de muchos ciudadanos.
Pero los detractores dicen que las políticas sociales de Fernández, con subsidios al gas y el transporte, aumentos de las jubilaciones y subsidios a madres solteras han alimentado la inflación. También hay hartazgo con su fuerte retórica contra los opositores políticos y otros países.
Los partidarios dicen que su fuerte personalidad gana respeto en el mundo y que el gasto social es necesario para responder a las enormes desigualdades.
“Es como si alguien en la calle te pide algunas monedas para comer”, dijo María de las Mercedes, abogada de 69 años, quien dijo que votó por Scioli y quiere que continúen las políticas sociales. “¿No se las vas a dar?”
También el domingo se eligen los candidatos a varios puestos de gobernador y en el Congreso. Sólo los candidatos con al menos un 1,5% de los votos en sus carreras electorales pueden proseguir su campaña a las elecciones, lo que en la práctica elimina a muchos candidatos minoritarios.
Las primarias llegan en un problema de diversas dificultades económicas para el país. Los analistas independientes estiman la inflación en más del 30% y el paso argentino ha sufrido una brusca caída ante el dólar estadounidense en los últimos meses. Una larga disputa con un grupo de fondos de inversión estadounidenses mantiene a los inversores extranjeros a distancia.
Los principales candidatos han abordado estos problemas y hecho promesas como que mantendrán la inflación por debajo del 10%, pero sin detallar cómo se alcanzarían estos cambios.
El margen entre Scioli y Macri será clave, según los analistas políticos. Si Scioli gana por un margen significativo, su campaña se vería encarrilada hacia la victoria en los comicios de octubre, en los que necesita al menos un 45% de votos para evitar una segunda vuelta.
Si Macri gana las primarias o se queda cerca de Scioli, lo más probable sería una segunda vuelta en noviembre. Eso beneficiaría a Macri, que probablemente reuniría muchos votos de oposición e independientes.
“Por primera vez desde 2003, vamos a tener elecciones con dos candidatos competitivos con buenas posibilidades de ganar”, señaló Patricio Giusto, director del centro de estudios argentino Diagnóstico Político.

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