Un grupo partidario de la supremacía blanca sudafricana, cuyo líder fue asesinado recientemente, exhortó a otros gobiernos que eviten enviar a sus equipos de fútbol a la Copa mundial, pues alegó que el país se ha convertido en “una tierra de homicidios”.
Sudáfrica ha estado bajo constante escrutinio acerca de los planes de seguridad para la Copa Mundial, la cual inicia el 11 de junio con el partido entre México y el país anfitrión.
Un miembro del grupo supremacista dijo el domingo que el asesinato de su líder fue “una declaración de guerra” de negros contra blancos, al tiempo que el presidente del país pedía calma en un ambiente dominado por la tensión racial.
Andre Visagie, un miembro de alto rango del Movimiento de Resistencia Afrikáner (AWB), dijo que el grupo le pide a los equipos de fútbol que eviten acudir a la Copa Mundial en Sudafrica debido a la falta de seguridad.
Visagie explicó que el grupo se vengaría de la muertes del líder Eugene Terreblanche, pero no ofreció más detalles.
“La muerte del Sr. Terreblanche es una declaración de guerra de la comunidad negra de Sudáfrica a la comunidad blanca que ha sido matada durante 10 años sin parar”, dijo Visagie. El miembro del grupo hico eco de lo dicho por otros miembros que aseguraron que los discursos intolerantes de un joven líder sudafricano negro llevaron a su asesinato.
El Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés) que dirige el país disputó las declaraciones de Visagie.
“La comunidad negra nunca ha declarado la guerra a ninguna otra nacionalidad en Sudáfrica”, dijo Jackson Mthembu, portavoz del Congreso, a The Associated Press. “Es, de hecho, incorrecto, y estos son sentimientos que generan la polarización de la población sudafricana”, agregó.
El presidente Jacob Zuma pidió calma tras “este terrible hecho”. En un comunicado, pidió a los sudafricanos “que no permitan que agentes provocadores tomen ventaja de la situación incitando o reforzando el odio racial”.
La policía dijo que Terreblanche fue asesinado a machetazos por dos de sus trabajadores de granja en una aparente disputa salarial.
Su muerte el sábado coloca el foco de atención sobre la controversia que se desató cuando el líder juvenil del Congreso Nacional Africano, Julius Malema, interpretó el mes pasado una canción de la era del apartheid que invita a la muerte de granjeros blancos.
Malema negó cualquier responsabilidad el domingo, durante una visita oficial a su vecina Zimbabue.
“La ANC responderá a ese tema”, dijo. “Personalmente, no voy a responder a lo que dice la gente. Estoy en Zimbabue ahora, no estoy relacionado con esto”.
El asesinato de Terreblanche llega en un momento de cada vez más decepción entre los negros, para los cuales el derecho a votar no se ha traducido en puestos de trabajo y una mejor vivienda y educación.
Se desconoce el número de granjeros blancos que han sido asesinados en peleas por la tierra desde 1994, pero probablemente son una veintena. Un grupo de cabildeo Afrikaner, AfriForum, sostiene que desde que Malema interpretó la canción en público han aumentado las matanzas de agricultores blancos. Cuatro fueron asesinados la semana pasada.
Yo me pregunto como no se lo han cargado antes con lo hijo puta que era.
Se lo habrán cargado por ser un cabrón, racista y mala persona, y no por ser blanco. Basta de politiqueos que no van a ninguna parte.