Al menos 20 agentes de la policía de Afganistán fueron asesinados en emboscadas insurgentes en puntos de control en la volátil provincia sureña de Helmand, una batalla que continuaba el sábado, dijo un funcionario.
El asalto coincidió con el reconocimiento por parte del ejército afgano de que los talibanes controlan al menos cuatro distritos en todo el país.
La ofensiva talibán, que comenzó el viernes por la noche, tenía como objetivo puestos de control del distrito de Musa Qala, un bastión insurgente desde hace años, dijo el sábado Mohammad Ismail Hotak, responsable de coordinación de operaciones policiales y militares en la provincia.
En los ataques resultaron heridos otros 10 policías, agregó el funcionario señalando que los talibanes también parecían haber sufrido bajas.
Saqi Jan, jefe de logística de la policía en Musa Qala, dijo que los puestos de control de la zona estaban atendidos por oficiales del vecino distrito de Baghran que se vieron obligados a huir tras ataques previos de los insurgentes.
“Baghran está controlado por los talibanes desde el año pasado, por lo que esos policías llegaron a Musa Qala y construyeron ellos mismos un pequeño complejo y varios puestos de control”, explicó.
La mayor parte de los puestos de control afectados eran pequeños, con solo dos o tres hombres, agregó Hotak explicando que los insurgentes atacaron además instalaciones más grandes.
Tanto la policía como el ejército habían estado planeando trasladar a sus efectivos a puestos de control reforzados y más grandes, de hasta 15 hombres, ya que los pequeños se han convertido en blanco habitual de los rebeldes.
Los talibanes reivindicaron la autoría de los ataques. Los insurgentes han estado atacando puntos de control policial vulnerables en todo el país desde el inicio de su ofensiva de verano el pasado abril. El mes pasado, un ataque insurgente en el distrito de Naw Zad, también en Helmand, mató a al menos 19 agentes.
El general del ejército afgano Afzel Aman, responsable del departamento de operaciones del Ministerio de Defensa, dijo a periodistas el sábado que los talibanes controlan cuatro distritos en el país: Nawa en la provincia de Ghazni, Baghran y Dishu en Helmand y Khak-e Afghan en Zabul.
“Hay combates en casi todas partes comparado con el año pasado, y muchos lugares están bajo amenaza de ataque enemigo”, apuntó Aman.
Las fuerzas afganas combaten en solitario este año tras el final de las misiones de combate de Estados Unidos y la OTAN. Con pocos refuerzos, el número de víctimas afganas se ha disparado. Entre el 1 de enero y el 7 de mayo, 2.322 efectivos del ejército, la policía y la policía local perdieron la vida, un 53% que en el mismo periodo de 2014, según datos de la OTAN.
En comparación, un total de 2.217 soldados estadounidenses fallecieron desde la invasión de 2001 para derrocar a los talibanes hasta el año pasado.