Un atacante suicida que mató a 96 personas en una cancha de voleibol fue visto como una advertencia sangrienta en Año Nuevo de la milicia rebelde del Talibán a los paquistaníes que han integrado milicias para defenderse de los insurgentes.
El ataque ocurrido a las afueras de la localidad de Lakki Marwat fue uno de los más mortíferos en la historia reciente de Pakistán. En momentos en que los integrantes de sus tribus locales se preparaban para llevar a cabo los funerales del sábado, los rescatistas escudriñaban entre los escombros en busca de más cadáveres, y muchos en el área estaban demasiado aterrorizados para especular quienes habían protagonizado el ataque.
El bombardero suicida hizo detonar aproximamentente 250 kilos (550 libras) de explosivos de gran poder en un campo de voleibol atestadoen la localidad de Shah Hasan Khel durante un torneo deportivo que se celebraba el viernes cerca de una reunión de ancianos opuestos al Talibán.
Los ancianos, que alguna vez organizaron una milicia para combatir al Talibán en la región, eran posiblemente el principal objetivo, indicó la policía.
El distrito de Lakki Marwat Lakki Marwat se ubica cerca de la provincia de Waziristán del sur, una región tribal donde el ejército paquistaní ha combatido al Talibán desde octubre
La operaicon militar fue efectuada con el respaldod e Estados Unidos, que apoya que Pakistán libere su región tribal de extremistasa que esarían involucarados en ataques contra soldados occidentales en Afganistán.
La ofensiva ha provocado ataques en represalia que ya habían dejado más de 500 muertos en Palistán antes del atentado del viernes. Los extremistas han lanzadok anentados en todo este país que posee armas nucleares y parecen estar cada vez más dipusesstos a atacar grupos que no tienen relación con las fuerzas de seguridad.
Ninguna organización se ha responsabilizado del atentado del viernes, pero no resulta extraño que hubiera sido obra de los rebeldes cuando hay tantas muertes de civiles.