Los bombardeos aéreos rusos en Siria han sido mucho más mortíferos que los de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, señala un informe del grupo de vigilancia Airwars difundido este martes.
Según Airwars, una ONG establecida en Londres que trabaja en base a informaciones disponibles públicamente sobre los bombardeos, los aviones rusos mataron probablemente “entre 1.096 y 1.448 civiles” entre octubre y diciembre de 2015, en 192 ataques llevados a cabo únicamente en Siria.
En comparación, los bombardeos de la coalición internacional causaron probablemente la muerte de 1.044 personas en Irak y en Siria desde el comienzo de la campaña contra el grupo Estado Islámico (EI), en agosto de 2014, señala.
En el período octubre-diciembre del año pasado, la coalición pudo haber matado a entre 178 y 223 civiles en Irak y en Siria, seis veces menos que los rusos únicamente en Siria, destaca la ONG.
Aliada clave del Gobierno sirio de Bashar al Asad, Rusia ha negado que tome como blanco a civiles y sostuvo que sólo ataca al EI y a otros grupos “terroristas” opuestos al régimen.
Los occidentales y los grupos opositores a Al Asad la acusan, por el contrario, de concentrar sus bombardeos en los grupos rebeldes opositores sirios y en “infraestructuras civiles” como una planta de tratamiento de agua, panaderías, depósitos de alimentos y convoyes de ayuda humanitaria, denuncia Airwars.
Los ataques rusos disminuyeron considerablemente desde la entrada en vigor de un cese al fuego entre el Gobierno de Asad y los rebeldes. Moscú repatrió parte de su flota aérea, aunque conserva en Siria algunos aparatos que continúan realizando ataques al EI, no involucrado en la tregua.
Más de 270.000 murieron en total desde el inicio del conflicto en Siria, en 2011, y varios millones fueron desplazados por los combates.
La coalición dirigida por Estados Unidos admitió haber matado solo a 21 civiles desde el inicio de su campaña aérea, pero varias investigaciones en marcha aumentarán seguramente ese saldo.