Las dos viudas misteriosas que sembraron el terror en el corazón de Moscú al provocar una masacre en el metro tal vez respondían a una matanza de aldeanos en un bosque por fuerzas regulares rusas.
Las dos atacantes suicidas -una de 17 años y la otra de 20, según trascendidos- provenían del Norte del Cáucaso, una región de mayoría musulmana escenario de una feroz insurgencia islámica alimentada por matanzas, secuestros y torturas de los locales por parte de las fuerzas regulares.
Los ataques del lunes, que dejaron 40 muertos y 90 heridos, fueron los primeros atentados terroristas en la capital rusa desde 2004. El líder rebelde checheno Doku Umarov, quien se declaró responsable, dijo que los ataques fueron en represalia por la matanza de civiles inocentes el 11 de febrero.
En esa ocasión, cuatro cosechadores de ajo murieron junto con 18 presuntos milicianos islámicos en un tiroteo en los bosques montañosos que ocupan parte de otras dos provincias del Norte del Cáucaso, Chechenia e Ingushetia.
El grupo defensor de derechos humanos Memorial dijo el sábado que los cuatro aldeanos, atrapados entre fuegos cruzados, fueron arrastrados del lugar y ejecutados mientas recolectaban ajo silvestre para vender en los mercados.
“Esa matanza fue una locura”, dijo Alexander Cherkasov, vocero de Memorial. “Y se usó esa locura para justificar el terrorismo”.
Dagestán -parte de la región Norte del Cáucaso, de mayoría musulmana- ha estado en el epicentro de la violencia durante la semana. Una muchacha dagestaní de 17 años ha sido identificada como una de las atacantes que mataron a 40 personas e hirieron a 90 al detonar bombas en el metro el lunes pasado.
El vocero del ministerio del Interior dagestaní Vyacheslav Gadzhiyev dijo a The Associated Press que en un ataque el sábado cerca de Chontaul, una aldea a 70 kilómetros al noroeste de Makhachkala, la capital de Dagestán, tres milicianos mataron a tiros a un agente de policía e hirieron a otro en un ataque desde un auto en movimiento.
Las autoridades rusas se esforzaban el sábado por conocer más acerca de las atacantes del metro.
El viernes, el diario ruso de gran circulación Kommersant publicó una foto en la cual aparece una adolescente de mirada suave, parcialmente velada, abrazada por un hombre, y ambos tienen pistolas en las manos. Los investigadores rusos confirmaron que una de las atacantes del metro era Dzhanet Abdurakhmanova, una viuda dagestaní de 17 años, pero se negaron aclarar si era la joven en la foto publicada por Kommersant.
El diario sostuvo que la intención de Abdurakhmanova podría haber sido vengar a su esposo, Umalat Magomedov, un miliciano islámico muerto por las fuerzas rusas en diciembre.
Kommersant publicó una foto supuestamente de Abdurakhmanova, también llamada Abdullayeva, con velo musulmán negro y una pistola Makarov en la mano. Investigadores federales dijeron que atacó la estación del metro Park Kultury cerca del famoso parque Gorky.
La otra explosión se produjo en la céntrica estación Lubyanka, bajo la sede del Servicio Federal de Seguridad, agencia sucesora de la KGB. Las autoridades aún trataban de identificar a la autora y a los cerebros de los ataques, por los cuales asumió responsabilidad un líder miliciano de Chechenia.
Kommersant dijo que la segunda atacante fue identificada en principio como Markha Ustarkhanova, chechena de 20 años y viuda de un miliciano que murió cuando intentaba asesinar al presidente checheno Ramzan Kadyrov, quien tiene el respaldo del Kremlin.