CientÃficos en Estados Unidos desarrollaron un “atlas” de las bacterias que viven en varias partes del cuerpo humano.
Algunos de estos microbios -dicen los investigadores de la Universidad de Colorado, en Boulder- nos ayudan a mantenernos sanos por el papel que juegan un papel en las funciones fisiológicas.
Los cientÃficos esperan que su trabajo -publicado en Science Express- sea un herramienta de ayuda en la investigación clÃnica.
Afirman que algún dÃa podrÃa ser posible identificar lugares en el cuerpo humano donde los trasplantes de microbios especÃficos resulten beneficiosos para la salud.
“El esclarecimiento de la biogeografÃa de las comunidades bacterianas en el cuerpo humano es básico para establecer los parámetros de la salud que nos ayuden a detectar las diferencias asociadas a enfermedades”, dicen los autores.
En cuatro ocasiones, los cientÃficos analizaron “comunidades” de bacterias en 27 regiones del cuerpo de nueve adultos sanos.
Descubrieron que la composición de estas comunidades no sólo variaba de persona a persona sino cambiaba considerablemente de un sitio del cuerpo al otro y de una prueba a otra.
Y al final los cientÃficos encontraron patrones en estas variaciones.
¿Qué es estar sano?
“Ã?ste es el panorama más completo que tenemos hasta ahora de nuestro perfil microbiano”, dice el doctor Rob Knight, quien dirigió el estudio.
“Y esperamos seguir enriqueciéndolo durante los próximos años”.
“El objetivo -agrega- es encontrar qué es lo normal en una persona sana, y esto nos puede ofrecer las lÃneas de base para analizar, en otros estudios, a personas con fases de enfermedades”.
Se calcula que hay unos 100 millones de millones de microbios viviendo sobre o dentro del cuerpo humano
Y se cree que estos microbios juegan un papel clave en muchas funciones fisiológicas, incluido en desarrollo del sistema inmune y la digestión de ciertos alimentos, y ayudan a evitar la entrada de agentes patógenos causantes de enfermedades.
En el estudio los cientÃficos tomaron cuatro muestras de cada voluntario durante un perÃodo de tres meses, por lo general una o dos horas después de haberse bañado.
Para analizar las muestras utilizaron técnicas de secuenciación genética y de computación que permitieron trazar un perfil de los microbios hallados en cada sitio especÃfico.
La mayorÃa de los lugares mostraron grandes variaciones en sus comunidades de bacterias.
Sin embargo, descubrieron menos variaciones en las bacterias de las axilas y plantas de los pies, posiblemente debido a que éstas habitan en un ambiente oscuro y húmedo.
Pero el lugar donde se encontraron menos variaciones, fue en la cavidad de la boca.
Los sitios de la piel en la región de la cabeza, como la frente, nariz y orejas, estaban dominados por un tipo especÃfico de bacteria.
En el tronco y piernas dominaba un grupo diferente.
“Tenemos un número inmenso de preguntas que responder”, afirma el doctor Noah Fierer, otro de los autores del estudio.
“¿Por qué la gente sana tiene comunidades microbianas tan diferentes?”.
“¿Tenemos distintos patrones microbianos cuando nacemos, o éstos evolucionan a medida que maduramos? Y ¿qué tan importante es esto?”, se pregunta el investigador
En el estudio, los cientÃficos desinfectaron los antebrazos y la frente de algunos de los voluntarios, e “inocularon” ambas regiones con comunidades bacterianas provenientes de la lengua.
La bacteria de la lengua duró más tiempo en los antebrazos que en las frentes.
Según la doctora Elizabeth Costello, quien también colaboró en el estudio, “quizás esto se debe a que las zonas más secas de la piel, como los antebrazos, provocan que el ambiente sea más hospitalario para la bacteria”.
Un estudio previo llevado a cabo por los mismos cientÃficos analizó la bacteria de 102 manos humanos.
En total, identificaron más de 4.200 especies de gérmenes, pero sólo 5 de éstos eran compartidos por todos los 51 participantes.
El doctor Rob Knight afirma que el entendimiento de las variaciones en las comunidades microbianas humanas es una herramienta prometedora para la investigación clÃnica en el futuro.
“Si podemos entender mejor estas variaciones -dice- podremos comenzar a buscar los biomarcadores genéticos de las enfermedades”.
“Como el genoma humano varÃa tan poco y nuestro repertorio de genes microbianos varÃa tanto, tiene sentido buscar las variaciones que están relacionadas a enfermedades que se desarrollan en lugares especÃficos” expresa el investigador