Un sospechoso en la muerte de tres personas vinculadas con el consulado estadounidense en esta ciudad dijo que la pandilla “Los Aztecas” le ordenó seguir a un vehículo que transportaba a un guardia carcelario de Texas, varios días antes de los asesinatos.
Esa declaración reforzaría la hipótesis de que los sicarios buscaban específicamente atacar al menos a una de las víctimas.
La supuesta confesión del sospechoso Ricardo Valles de la Rosa parece sugerir que el agente de detenciones carcelarias de El Paso, Arthur H. Redelfs, era el blanco de los ataques del 13 de marzo en Ciudad Juárez, que mataron también a su esposa Lesley A. Enríquez, empleada del consulado estadounidense en esta urbe fronteriza.
Un comunicado de la fuerza de tarea conjunta entre el ejército, las autoridades federales y las estatales en Chihuahua, donde se encuentra Ciudad Juárez, señaló que Valles de la Rosa estuvo encarcelado en Estados Unidos y fue deportado en el 2007, después de lo cual entró en contacto con la pandilla. Añade que el sospechoso confesó haber vigilado durante los asesinatos del 13 de marzo.
Uno de los líderes de la banda “le ordenó vía telefónica desde días antes, que ubicara la camioneta blanca en la que se transportaba Arthur Hancock Redelfs, lo cual hizo el 13 de marzo en un salón de fiestas infantiles”, señala el comunicado.
“Cuando la camioneta se retiraba del lugar dio aviso a otros compañeros del grupo Los Aztecas quienes le ordenaron que la siguiera, lo cual hizo a lo largo de la Avenida La Ribereña hasta que a la altura de la Presidencia Municipal le ordenaron que se retirara, pues ‘ya lo traían’. Momentos después, refiere, escuchó varios disparos”, añade el comunicado.
La hija de 7 meses de la pareja fue hallada después, llorando en la parte posterior del vehículo.
Pese a lo revelador que podría ser el comunicado, no especifica si el trabajo de Redelf en la prisión fue el motivo por el que se le atacó. Una hipótesis apunta a que Los Aztecas, cuyos miembros operan y están presos en ambos lados de la frontera, buscaran alguna represalia contra Redelfs, por hechos ocurridos en la cárcel.
Otras teorías sugerían que los atacantes habían confundido a sus víctimas.
“Cabe destacar que la información proporcionada por el detenido está en proceso de verificación, por lo que la autoridad se reserva, por el momento, otros datos acerca de los probables autores materiales e intelectuales del doble homicidio y su probable móvil, a fin de no entorpecer ni obstruir las indagatorias”, añadió el comunicado.
La violencia atribuida al crimen organizado continuó el martes en Ciudad Juárez y otras localidades del norte de México.
Un grupo de hombres armados irrumpió en un taller y en una casa colindante en Ciudad Juárez y mató a cinco hombres y a una bebé. El motivo es investigado, dijo la policía. Al menos otras 15 muertes fueron reportadas en Ciudad Juárez, una de las ciudades más violentas del mundo.
En el extremo oriental del país, los soldados se enfrentaron a tiros con varios hombres en la ciudad de Río Bravo, ubicada en el estado de Tamaulipas en la frontera con Estados Unidos. Tres sospechosos murieron en el combate, informó el gobierno estatal.
En tanto, autoridades del estado de Morelos, en el centro de México, dijeron que encontraron el martes cuatro cadáveres decapitados junto a una carretera así como los cuerpos de dos hermanos dentro de un apartamento.
La procuraduría de justicia de Morelos, estado colindante con la capital mexicana, dijeron que los cuerpos decapitados fueron encontrados en una carretera que lleva de Cuernavaca, la capital estatal, a la ciudad-balneario de Acapulco.
También se encontró un mensaje de amenaza dirigido al supuesto narcotraficante Edgar Valdez Villarreal. Las autoridades comentaron que Valdez Villarreal está peleando con Héctor Beltrán Leyva por el control del cartel de los hermanos Beltrán Leyva.
Los fiscales dijeron a través de un comunicado que también fueron encontrados el martes los cuerpos de dos hermanos, quienes fueron asesinados a balazos dentro de un departamento en el pueblo de Ahuatepec, justo al norte de Cuernavaca.
La violencia relacionada con las drogas en México ha cobrado más de 17.900 vidas desde diciembre del 2006.