Autoridades educativas de la comunidad fronteriza de Del Río, Texas, iniciaron una operación para expulsar a cientos de niños y adolescentes mexicanos que cruzan a diario hacia Estados Unidos para asistir a clases en este país.
La medida se tomó desde el miércoles, luego que el superintendente del distrito escolar consolidado San Felipe Del Río, Kelt Cooper, recibió un reporte, según el cual, más de 540 niños en edad escolar cruzan a diario la frontera para asistir a clases en Del Río.
Funcionarios escolares se colocaron en el cruce internacional que separa a Del Río de la limítrofe comunidad de Ciudad Acuña, en el estado mexicano de Coahuila, para entregar un mensaje a los padres de familia de los estudiantes mexicanos.
‘Tu hijo fue observado cruzando la frontera hacia Estados Unidos desde México para asistir a la escuela. Tu hijo será retirado del distrito escolar de inmediato’, señaló el mensaje proporcionado a los padres este miércoles y jueves.
La carta pide a los padres presentar ante la Oficina de Servicios Estudiantiles del Distrito Escolar Independiente Consolidado San Felipe Del Río una prueba de residencia en Estados Unidos, de forma que sus hijos puedan continuar asistiendo a la escuela.
‘Cuando tenemos camionetas con placas de Coahuila dejando a niños en las escuelas primarias y un reporte que dice que cientos llegan tras cruzar del otro lado, entonces tenemos un problema’, explicó Cooper.
‘Con este tipo de números, la situación está fuera de control, está frente a nuestra cara’, sostuvo el funcionario.
Bajo las leyes estatales, sólo los niños residentes del distrito escolar están autorizados a recibir educación pública en escuelas de la zona, precisó Cooper.
‘Estoy comprometido por las leyes de esta entidad y las políticas de este distrito en hacer algo (…) también tengo un deber con nuestros contribuyentes’, señaló.
El cruce de niños del lado mexicano para asistir a clases en las comunidades estadunidenses no es nuevo ni exclusivo de Del Río, ya que es una práctica común en todas las ciudades ubicadas a lo largo de la frontera.
‘Ha estado ocurriendo desde hace décadas (…) Es un juego del gato y el ratón y no es específico de Del Río’, reconoció Cooper.
Sin embargo, la forma como las autoridades educativas enfrentan este fenómeno suele diferir.
En algunas comunidades, como Columbus, Nuevo México, los niños mexicanos son acogidos como si fueran locales, en una tradición de esa comunidad que se extiende desde hace décadas.
Cooper reconoció que la pérdida de los estudiantes mexicanos podría significar también una reducción en los fondos que recibe el distrito, ya que el estado le otorga recursos con base en el número de alumnos inscritos.
‘Es una pérdida de 2.7 millones de dólares, que claro, nos va a lastimar, pero el hecho es que, para comenzar, ese no es dinero que nos pertenezca’, acotó.
El distrito escolar cuenta con nueve escuelas primarias, dos secundarias y dos preparatorias, en las que están inscritos un total de 10 mil 232 estudiantes, de los cuales el 90.3 por ciento es de origen hispano