Mis 2 centavos de opinión. Hay un ambiente de gran tensión social y actos de violencia no justificados, pero comprensibles, dada la insatisfacción generada por el caso Ayotzinapa. Las manifestaciones en todo México el pasado 20 de noviembre con motivo al “Ya me Canse”, “Justicia por Ayotzinapa“, “Todos somos Ayotzinapa”, “Se fueron vivos vivos los queremos”, “Acción global Ayotzinapa” y demas el pasado 20 de noviembre, trajo consigo diversas formas de expresión no legitimas y que solo estan evidenciando lo peor de aquellos que se han comenzado a infiltrar en el legitimo reclamo por los normalistas.
¿Hay infiltrados? no lo se a bien, pero si se que el control de crisis del gobierno esta rebasado, que inteligencia esta trabajando y hay dos grupos ya detectados que buscan expresiones de violencia en cualquier forma de expresión.
Radicalizar posturas es alejarnos del ambiente social, los extremos que son anarquía por un lado y represión por el otro se antojan incompatibles para la sociedad que somos. Activistas de sillón que nada aportan con sus criticas, activistas en la acción de las calles que no abonan con su violencia, gobierno sordo que se muestra indiferente a la gente y ya un par de grupos que gustan de enardecer los ánimos.
El cóctel molotov esta servido y veo que muchos se lo quieren tragar.
No cabe duda de que a la menor provocación los contingentes, algunos, optan por la violencia. ¿Qué pretenden al incendiar la ciudad? La devastación no eleva el tono de sus reclamos. Un grupo de encapuchados (anarquistas) que bloqueó arterias viales en la ciudad fue finalmente contenido por policías, quienes los encapsularon, los obligaron a quitarse los pasamontañas y amagaron con llevárselos en masa.
Sólo eso.
Tras arrestar a una docena, el resto siguió su camino. En calzada Ignacio Zaragoza y Boulevard Puerto Aéreo se dio un enfrentamiento entre encapuchados y granaderos. ¿Quién cree que se llevó la peor parte? Por la noche, miles, exigieron justicia por lo ocurrido a los normalistas. Lo hicieron de manera civilizada.