Los hechos violentos que se han registrado en la zona serrana del municipio de Badiraguato han provocado el desplazamiento de familias enteras, quienes en busca de protegerse han avanzado hacia la cabecera municipal y otros municipios. La situación ha derivado en que las comunidades de La Tuna, La Palma y Arroyo Seco se queden completamente vacías.
En estos lugares sólo se observa la presencia de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y Marina Armada de México, quienes han instalado un campamento provisional para evitar saqueos y el ingreso de nuevos grupos armados.
Tras recorrer un camino complicado que dura al menos seis horas recorriendo desde Culiacán hasta La Tuna, Excélsior logró comprobar que estas comunidades, incluida la tierra del líder del Cartel del Pacifico, Joaquín Guzmán Loera, se han convertido en pueblos fantasma.
La última comunidad habitada es Huixopa y a partir de ese punto sólo se observa la presencia de las autoridades, en la alcandía de Badiraguato estiman unas 200 familias desplazadas.
El primer retén militar se ubica en la entrada de La Tuna y un segundo puesto de control está en la salida de ese mismo poblado, pero no existe ningún tráfico de vehículos o rastros de personas.
Entre decenas de casas vacías, únicamente se escucha a algunas vacas, caballos y gallinas que fueron dejadas a su suerte en los corrales, así como perros sueltos por las calles empedradas.
Incluso la casa de doña Consuelo, madre de “El Chapo”, también quedó vacía, la puerta se encuentra cerrada y no se observan impactos de bala o señas de que hubiera sido saqueada como algunos rumoraban.
Aunque ahora el silencio impera, antes de salir del pueblo queda como evidencia de la violencia, una casa devastada en su total por un incendio, junto con cinco camionetas que fueron impactadas por varias balas que atravesaron cristales y carrocería.
La vivienda fue completamente consumida por las llamas, el techo se vino abajo y todo dentro del inmueble quedo reducido a cenizas, pero además en la fachada se aprecian algunos impactos de bala aparentemente de armas de grueso calibre.
De los vehículos estacionados al exterior de la casa, pueden ser vistos varios impactos de bala, una no tenía placa, dos eran del estado de Sinaloa, una de Sonora, otra decía estar en proceso de legalización.
Al sitio acudieron elementos de la Policía Estatal Preventiva y Ministerial del Estado, quienes recabaron muestras pero no se lograron entrevistar con ninguna persona, más tarde llegaron elementos de la Marina Armada de México e hicieron lo propio en el domicilio y también en los vehículos impactados por las balas y localizados en los alrededores.
En un recorrido por la zona se pudo constatar la soledad de los pueblos, donde las clases fueron suspendidas desde el día lunes por temor a enfrentamientos de grupos delincuenciales.