China había proyectado que su economía para este segundo trimestre del año crecería un 8.1% pero ante diversos panoramas que se han ido presentando en todo el mundo (en especial Estados Unidos y Europa), China ha comenzado a verse afectado por esta desaceleración mundial.
Como corolario, la mayoría de las naciones en el mundo han comenzado a incentivar el crecimiento del mercado interno y también campañas contra los productos chinos, una ventaja que beneficia a todos, menos a los chinos.