Sé que paso ya hace unos días este mega enfrentamiento donde las autoridades calculan que debió haber por lo menos 100 o 200 sicarios de ambas bandas las que se enfrentaron en una emboscada en Nayarit; pero no quería dejar de comentarlo.
Tuve la oportunidad de ver un video donde un convoy de cerca de 50 camionetas con gente armada (cada camioneta con entre 6 y 8 personas) paso en una localidad de Michoacán. La gente los veía asombrados por la impunidad, pero ante tal despliegue de fuerza, ¿Qué hacer?, esa localidad donde se filmo ese video con celular NO cuenta con más de 12 policías municipales.
Ahora imaginemos lo que paso en Nayarit, entre 100 y 200 sicarios de diferentes bandos emboscándose y dejando 29 muertos (aunque extraoficialmente se dice que los cadáveres de un bando, el que iba vestido tipo militar, fueron más y se llevaron sus cuerpos) en el camino.
Sé que contamos con la fuerza para detenerles, pero tales despliegues de fuerza no solo intimidan sino afectan a la fuerza yoica de una sociedad que ya grita estar hasta la madre. Como corolario, se descubrió que entre varios de los cadáveres habían centroamericanos, propiamente guatemaltecos.
¿Les suena familiar?