La junta de gobierno del Banco de México (Banxico) decidió de forma unánime elevar la tasa clave de interés hace dos semanas y sus cinco integrantes coincidieron en seguir ajustando la política monetaria si detectan riesgos para la inflación, según muestra la minuta del encuentro.
El banco central subió el 30 de junio en medio punto porcentual su tasa clave de interés para evitar que la reciente depreciación del peso se traduzca en presiones inflacionarias, en medio de un deterioro de las condiciones externas.
“La política monetaria continuará actuando con oportunidad, flexibilidad y con la profundidad que las circunstancias lo vayan ameritando, ante cualquier factor que pueda poner en peligro la consolidación de la convergencia de la inflación al objetivo permanente de 3 por ciento”, se precisa en el documento.
Los funcionarios de Banxico se dijeron dispuestos a seguir ajustando la política monetaria si detecta riesgos para la inflación por la reciente depreciación del peso, ante expectativas de una mayor incertidumbre en los mercados internacionales.
De acuerdo con su discusión, tanto la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea como la cercanía de las elecciones presidenciales en Estados Unidos podrían acentuar la volatilidad de los mercados internacionales.
De forma unánime, los cinco integrantes de la junta de gobierno votaron el 30 de junio por elevar medio punto porcentual la tasa clave de interés, para evitar que la reciente depreciación del peso se traduzca en presiones inflacionarias en medio de un deterioro de las condiciones externas.
Las minutas mostraron que el entorno externo ha permeado las discusiones de política monetaria del banco central, y también mencionaron que las preocupaciones por factores internos están influyendo en el comportamiento de la moneda mexicana.
“La mayoría concordó en que la evolución reciente del peso también pudiera estar reflejando ciertas preocupaciones en torno a los fundamentos económicos de México”, dijo el documento.
“La política monetaria continuará actuando con oportunidad, flexibilidad y con la profundidad que las circunstancias lo vayan ameritando, ante cualquier factor que pueda poner en peligro la consolidación de la convergencia de la inflación al objetivo permanente de 3 por ciento”, precisó el documento.
El banco central dijo que el aumento en la tasa responde “exclusivamente” a la intención de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, que en lo que va del año se ha depreciado contra el dólar más de un 6 por ciento.
El año pasado, el peso retrocedió frente al dólar un 16.8 por ciento.
La junta de gobierno cree que es posible que la depreciación del peso exacerbe la tendencia al alza de la inflación subyacente. Hasta ahora, la mayoría considera que la inflación general podría cerrar el año arriba del 3.0 por ciento, que es la meta establecida por el banco.
El gobierno federal anunció el 24 de junio que recortará su gasto por segunda vez este año, después de la fuerte volatilidad provocada por el Brexit