Ya sé que han leÃdo muchas noticias sobre el ataque el Casino Royale, lo que no han leÃdo es como lo vivimos los que no estábamos dentro.
Cuando leÃmos en Twitter la noticia del ataque, como hemos perdido nuestra capacidad de asombro a todos estos eventos de cobardÃa, nuestra primera reacción no fue de tanta sorpresa, iban 2 muertos y 15 heridos. Las cuentas en ésta red social decÃan que habÃan aventado unas granadas y se habÃa causado un incendio, más delante se aclaró que no habÃa habido granadas, que se habÃa rociado con gasolina el inmueble, lo incendiaron y lo habÃan rafagueado con sus â??cuernos de chivoâ? causando un gran incendio.
Con forme fue pasando el tiempo fue pasando la cifra de muertos fue aumentando, cuando supe que eran 28 mi corazón dio un vuelco, si, mi capacidad de asombro surgió cuando leà esta cifra, me sentà indignada, enojada y frustrada, cuando se informó que oficialmente eran 53 me sentà destrozada, extraoficialmente se llegó a afirmar más de 60 muertes.
Al inicio podÃa pensar en el dolor causado a la familia de los 2 muertos, pensé 2 vÃctimas más del â??crimen organizadoâ?, cuando la cifra se oficializó con el total, pensé: seguro que cada uno de los que vivimos en esta ciudad conoce a alguien que conoce alguien que murió en el incendio, en este acto de barbarie; por lo tanto todos estamos afectados, dolidos. Y si, poco a poco me fui enterando, familiares o amigos de mis amigos.
Estamos de luto, Monterrey está de luto, México está de luto.
¿Quién tiene la culpa de este ataque terrorista? Porque eso es lo que es, un ataque terrorista, nunca pensé que llegarÃamos a éste tipo de ataques, pero hemos llegado. ¿Nos quieren asustar? ¿Vamos a dejar que lo logren o vamos a actuar? Actuar ¿quién lo va a hacer? ¿Quién lo debe hacer? ¿El gobierno o nosotros?
Actuemos nosotros; como ya lo he mencionado en otros post, lo podemos hacer desde casa, inculcando a nuestros hijos a ser hombres y mujeres de bien dándoles el ejemplo, no es cuestión de educación escolar, es cuestión de valores y educación que se aprenden en casa.
Todos pensamos igual, todos queremos que nuestra ciudad vuelva a hacer la misma. Queremos volver a sentarnos en la calle con nuestras mecedoras disfrutando el â??frescoâ? de la noche, platicar con nuestros vecinos tranquilamente, a ver a los niños jugando en la calle al futbol o con su bicicleta o lo que sea, a salir a desayunar, comer, cenar a bailar con tranquilidad y sin ningún temor. Queremos nuestra ciudad de vuelta YA. Actuemos.
Ahora bien, ¿Cómo es que mi capacidad de asombro no salió a flote al escuchar el ataque? ¿Por qué hasta que el número de vÃctimas se fue haciendo grande me sorprendÃ? Es la costumbre, estamos acostumbrados, tan acostumbrados, a escuchar en las noticias las â??malas noticiasâ? que una más ya no nos asombra, hasta que aparece una como esta que ha sobrepasado cualquiera en la historia de esta ciudad.
Por último le mando mi más sentido pésame a las familias de las vÃctimas, sépanse que todos estamos compartiendo su dolor.
Tania Garza.