La académica del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) de la Universidad Nacional Autónoma de México, Beatriz Arias Álvarez, fue reconocida con el Premio Real Academia Española 2015.
La universitaria obtuvo el galardón por la recopilación, organización y transcripción de la obra “Documentos públicos y privados del siglo XVI. Textos para la historia del español colonial mexicano I”.
La obra publicada en 2014 fue distinguida por tratarse de una investigación de gran magnitud que reunió una cantidad de documentos de archivos de México, España y Estados Unidos y provenientes de diversos estratos sociales y tradiciones discursivas.
La UNAM destacó en un comunicado que la magnitud de la obra de Arias Álvarez, la convierte en un texto fundamental para entender la historia de la lengua española en América.
“El jurado consideró que se trata de un libro importante para conocer el origen del español novohispano”, señaló la universitaria, a quien le será entregado el premio en 2016, en el marco de la conmemoración del día de la fundación de la Real Academia Española (RAE).
En la obra se ofrecen escritos pertenecientes a la Península Ibérica, que permiten contrastarlos con los de la Nueva España, otros que fueron escritos en las zonas de tránsito, como los de las Islas Canarias, lugar en el que se considera que el español sufrió una unificación’ de sus dialectos.
Además, la Nueva España fue dividida en diversas áreas con base en fenómenos lingüísticos actuales y en aspectos históricos como la conquista, la colonización y los procesos de mestizaje.
En el tema de la variedad étnico social que presentan los escribientes de los manuscritos del libro encontró documentos hechos por indígenas en castellano, en lo que se muestra que la retórica y estructuras sintácticas que empleaban eran elaboradas y en muchos casos superiores a las utilizadas por los peninsulares.
“Si se estudia el siglo XVI, vemos que en el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco se les enseñó no sólo a dominar ese idioma, sino también el latín y su lengua originaria”, destacó.
Beatriz Arias indicó que la RAE reconoce la diversidad documental, las tradiciones discursivas recolectadas en el libro, en el que se incluyen testamentos, inventarios de bienes, relaciones, cartas privadas de virreyes y particulares, y cédulas, entre otros.
“Lo que pretendíamos era dar a conocer esa variedad de formas de escribir y, por tanto, advertir la posible oralidad de algunas de ellas, que podían dar pistas de cómo se hablaba el español en la Nueva España”, puntualizó.
Este proyecto cumplió un doble propósito, la recolección y transcripción de documentos, así como la formación académica de filólogos, es decir, que los estudiantes tuvieran la capacidad no sólo de recolectar, sino de analizar y así deducir la utilidad filológica del texto.