El papa emérito Benedicto XVI, fue recibido por un caluroso aplauso y saludado por las autoridades; tomó asiento entre los cardenales y estuvo presente en toda la misa de canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.
Lo hizo media hora antes del inicio de la ceremonia, a las 10.00 hora local (08.00 GMT) vestido completamente de blanco y con su mitra.