En ocasiones, las demostraciones de amor únicamente necesitan un breve contacto, como la unión de los dedos meñiques a través de una reja, para saber que el vínculo familiar prevalece por encima de la separación migratoria.
El llamado Beso del Meñique es una costumbre que se ha establecido en el paso fronterizo de Tijuana, donde cada domingo varios migrantes deportados acuden al encuentro con sus familias, quienes habitan del lado estadunidense y son separados por un muro.