Un día antes de su posible lucimiento en los Óscar, “Birdman” desplegó sus alas en la 30ma entrega de los Premios Spirit al Cine Independiente, donde el filme del mexicano Alejandro González Iñárritu obtuvo el galardón a la mejor película y Michael Keaton se llevó la estatuilla al mejor actor.
La comedia tras bambalinas elegantemente realizada fue la gran triunfadora en la gala anual de la celebración al cine independiente del sábado. “Birdman” y González Iñárritu ganaron por encima de la que muchos consideran representa su mayor competencia, “Boyhood”, cuya realización tomó 12 años, aunque su realizador Richard Linklater sí se llevó el galardón al mejor director.
En momentos en que Hollywood se ha dedicado cada vez más a los filmes de grandes presupuestos y los súper héroes, los Premios Spirit -alguna vez considerados un aperitivo casual para el Óscar- se sienten cada vez más como si estuvieran en el centro del mundo cinematográfico, o cuando menos como si fueran una versión más idealizada de él. Instalados en una carpa a orillas de la playa en Santa Mónica un día antes de los Oscar al otro lado de la ciudad, los Spirit -transmitidos en vivo por primera vez este año- presumieron una creciente prominencia y el preservar una manera de realizar filmes que los grandes estudios suelen considerar obsoleta.
“Estamos amenazados con convertirnos en una especie en extinción”, dijo González Iñárritu en su discurso de aceptación al premio a mejor filme.
Pero las diferencias entre los galardonados en los Premios Spirit y los Oscar, pese a su muy distinto código de vestimenta, casi han desaparecido. El año pasado, todos los ganadores de actuación en los Spirit volvieron a ganar al otro día en los Oscar, y “12 Years a Slave” triunfó en ambas ceremonias.
Lo mismo podría pasar este año, donde los favoritos al Oscar como Julianne Moore (“Still Alice”), J.K. Simmons (“Whiplash”) y Patricia Arquette (“Boyhood”) ganaron en los Spirit. (La ausencia notable fue la del posible ganador a mejor actor, Eddie Redmayne, de “The Theory of Everything”, filme que no reunía las condiciones para participar.)
Tras bambalinas, el principal rival de Redmayne, Keaton, reflexionó sobre la recta final de una larga temporada de premios.
“En tres meses estaré en posición fetal llorando, extrañando esto”, afirmó un exuberante Keaton, de 63 años, que antes de “Birdman” nunca había sido nominado al Oscar.
Pero aún si los Premios Spirit tienen cada vez más la sensación de ser un ensayo de vestimenta de los Óscar, siguen intentando resaltar aquellas películas que a menudo padecen dificultades para ser filmadas o ser distribuidas.
“Hicimos esta película en 23 días y por cuatro millones de dólares”, dijo Moore sobre el drama sobre el mal de Alzheimer, “Still Alice”.
“Llevé mis propios sujetadores, mi propia comida. Le rogué a mi amigo Alec Baldwin para que la hiciera”, dijo.
“Nightcrawler, el filme noir de Los Ángeles, ganó dos Spirit: mejor ópera prima para Dan Gilroy y mejor guion.
Otros de los ganadores fueron Paul Thomas Anderson, quien se llevó el premio a mejor reparto por “Inherent Voice”, y “Foxcatcher” y su director Bennett Miller, que obtuvieron el premio de distinción especial por su visión única.
Por su parte, “Citizenfour” sobre el ex analista Edward Snowden que filtró información de la Agencia de Seguridad Nacional, se llevó el galardón a mejor documental, y el drama polaco en blanco y negro “Ida” el trofeo como mejor filme extranjero. Ambos son los candidatos principales en su categoría en los Oscar.
Uno de los discursos más conmovedores de la velada fue el de Justin Simien, quien ganó a mejor guion debutante por el realizado para “Dear White People”, una comedia satírica sobre estudiantes negros en una destacada universidad estadounidense.
“Comencé a escribir esto hace 10 años porque no me veía a mí mismo en la cultura”, dijo Simien. “Si usted no se ve en la cultura, por favor póngase allí porque lo necesitamos”.
Los premios son organizados por Film Independent, un grupo de realizadores, profesionales del sector y expertos, que generalmente seleccionan películas con un presupuesto menor a los 20 millones de dólares.