El gobierno del presidente colombiano, Álvaro Uribe, prepara las pruebas que llevará el jueves al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y con las que busca demostrar la presencia de las FARC y el ELN en Venezuela.
De acuerdo con radio Caracol, Colombia llevará a la sesión fotografías, videos y otros documentos que serán entregados al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
Por su parte, el ministro del Interior y Justicia, Fabio Valencia, recordó que fue citado, a petición de Bogotá, para el próximo jueves al Consejo Permanente de la OEA, donde se discutirá la presencia insurgente en Caracas.
“Colombia está preparada (para la OEA). Es necesario que la comunidad internacional se entere de lo que está pasando entre ambos países para tomar las acciones pertinentes”, dijo el ministro a RCN Radio.
El gobierno uribista asegura que en Venezuela se encuentran los jefes guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Iván Márquez; Rodrigo Granda, alias Ricardo o el Canciller; Timoléon Jiménez, Timochenko, y Germán Briceño, alias Grannobles.
Asimismo, estaría en su país vecino el líder del Ejército de Liberación Nacional (ELN) Carlos Marín, Pablito.
Bogotá insistirá en que en los últimos seis años ha comunicado a Caracas la presencia y el tránsito constante de la guerrilla por distintas zonas del vecino país, sin lograr un resultado concreto del gobierno de Hugo Chávez.
Colombia reiterará, como lo ha hecho en los últimos meses, la necesidad de que ningún país del área permita que guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) o de las FARC se escondan en esos territorios.
Sin embargo, la afirmación de que tiene pruebas inobjetables de la presencia de rebeldes en el vecino país tensó aún más las relaciones entre Bogotá y Caracas, que entraron en franco declive en el último año.
Los partidos de opisición reaccionaron con críticas hacia Álvaro Uribe. La presidente del comité de paz del Senado colombiano, Gloria Ramírez (izquierda), dijo que la decisión del mandatario de formular la denuncia contra el gobierno chavista, “a través del Ministerio de Defensa y no de la Cancillería, es inoportuna y militarista”.
“Está claro que el Presidente saliente (deja el cargo el 7 de agosto) hace todo lo posible por agravar las relaciones con Venezuela en vez de ir al diálogo o la mediación de instancias internacionales”, señaló Ramírez.
La mala relación entre ambas naciones sudamericanas llegó a su punto crítico cuando Caracas llamó a consultas a su embajador en Bogotá, Gustavo Márquez, un día después de que el gobierno de Uribe señalara de la presencia de los líderes insurgentes en Caracas.
Hace un año, Chávez ordenó “congelar” las relaciones con Colombia a raíz de un anuncio de Bogotá sobre un acuerdo con Washington, firmado en octubre de 2009, que le permite a militares estadunidenses usar hasta siete bases colombianas como una forma de cooperación para combatir la delincuencia organizada en la región