El 40% de los brasileños consideró ‘malo o pésimo’ al Congreso nacional, que atravesó el año 2009 bajo el impacto de varios escándalos, según un sondeo del instituto DataFolha publicado este sábado. Ese nivel de rechazo al desempeño del Congreso quedó apenas por debajo del registrado en noviembre (44%) en momentos en que arreciaban escándalos y denuncias de nepotismo y malversación de fondos en el Senado.
Además, 39% de los consultados consideró apenas ‘regular’ la actuación del Congreso, y sólo 15% la clasificó como ‘buena u óptima’, en tanto 6% dijo no tener opinión al respecto, según DataFolha. El sondeo también reveló que el rechazo al desempeño del Congreso es significativamente mayor a medida que aumenta el nivel de ingresos de los entrevistados. La diferencia entre aquellos que ganan menos de dos salarios mínimos y los que reciben más de cinco salarios llega a 14 puntos porcentuales.
El sondeo de DataFolha se realizó durante la semana, a 11.427 personas en 381 municipios del país, y tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales. El Congreso brasileño atravesó este año varios momentos difíciles. El más crítico ocurrió en el segundo semestre, cuando se descubrió que el Senado usaba actas secretas para ocultar incontables nombramientos de personal, incluyendo familiares.
La polémica literalmente paralizó a la cámara alta y casi forzó la caída del titular del Senado, el ex presidente José Sarney, situado en el centro del escándalo.
Un senador, el oficialista Eduardo Suplicy, llegó a mostrar a Sarney en el plenario una tarjeta roja de expulsión como las usadas en el fútbol, para pedir su salida de la presidencia y así poner fin a la crisis política.