Seguimos en el breve análisis de lo que ocurrió durante estas campañas en el Estado de México; el turno de hoy es de Luis Felipe Bravo Mena.
Si bien desde la presidencia salió con la idea de ganar la postulación NO solo panista sino de la coalición, Luis Felipe Bravo Mena no le alcanzo tiempo, dinero y esfuerzo para lograrlo. Los panistas querían que quien abanderara la coalición fuera él, en especial puesto el PRD no tenía un candidato real, así que de esa forma se sumaría el apoyo.
Llegado el momento, el PRD hizo gala de mostrar que sigue siendo dominado por López Obrador tratando de imponer a Encinas, de quien hablaremos mañana, así que salomónicamente se hablo de mejor abanderar un tercer candidato, como lo sería Eruviel Ávila puesto que la apuesta de la coalición, era que Peña Nieto postulara a Del Mazo. Siendo que toda esta estrategia se cayó no quedo más que tragarse el orgullo y estar en este momento, en la tercera posición de la preferencia de voto sin aspiración alguna a mejorar.
La candidatura de Luis Felipe Bravo Mena llego malograda desde el momento en que las coaliciones han sido pragmáticas y contra los deseos del cacique López Obrador, así que PAN y PRD ante una pésima estrategia (o carencia de ella) simplemente no llegaran a ganar las elecciones del próximo 3 de julio.