En Cuernavaca, una tarde de finales de octubre de 2006, la administradora general de la DEA, Karen Tandy; Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna, entonces secretario de Seguridad Pública y director de la Agencia Federal de Investigación, mandaron al país a la guerra contra el narcotráfico.
Los funcionarios que acudieron a la cita asumieron los planes de la DEA y los trasladaron como una prioridad de gobierno al equipo de transición de Felipe Calderón, quien era presidente electo, afirma una fuente cercana al encuentro.
Detrás de la estrategia aparece el nombre de David Gaddis, uno de los operadores del plan antidrogas en Colombia, hasta que fue nombrado director regional para América del Norte y Centroamérica de la DEA, en junio de 2006. Gaddis ha elogiado con frecuencia la colaboración del gobierno mexicano