Dentro del paquete de iniciativas presidenciales entregadas al Senado de la República en materia de energía, está la propuesta para que México avance en el terreno de la generación de energía eléctrica a través de la explotación de campos geotermales.
A diferencia del petróleo, esta forma de generación de energía es renovable y contribuye a la mejora del ambiente, incluso es recomendada por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (PICC), como un mecanismo para reducir los gases de efecto invernadero.
Sorpresa sorpresa, muchos decían que la reforma energética se había convertido como la pequeña reforma que hizo en su momento Felipe Calderón, una reforma solo petrolera, la de Enrique Peña Nieto llega a más puntos sobre la generación de energía y claro, en manos de privados que pudieran explotar este sector como nunca antes se había visto en el país.