Ya sabíamos perfectamente que el índice de confianza en el consumidor norteamericano aun no tiene siquiera una fortaleza para decir, que el cambio se inicia y ahora, de estar en niveles históricamente bajos, va en ascenso, ¿verdad?
Ok, pero jamás se había visto una caída en la forma en que los norteamericanos que tienen su economía al 80 por ciento plastificada (ya no usan dinero en el 80 por ciento de sus compras, sino mas bien dinero que viene en las tarjetas de crédito) se redujera un porcentaje mucho mayor al esperado cuando, se hacen esfuerzos jamás antes vistos para recuperar la economía lo antes posible.
Y si ustedes no me creen veamos la frialdad de las estadísticas, ocurre que el endeudamiento de los estadounidenses bajó a una tasa de 3.5 por ciento en el mes de febrero, nivel mayor al previsto por todas las corredurías que lo situaban en no mas allá del 1.9 por ciento, pero por si fuera poco; el crédito renovable, conformado por las tarjetas de crédito y débito, disminuyó a una tasa de 9.7%
La gente desea saber lo menos posible de dinero plástico por el momento, deteniendo aun mas la economía.
Veámoslo así, el crédito al consumidor cayó en 7,480 millones de dólares en el segundo mes del año, a una tasa anual de 3.5%, luego de haber avanzado un 3.8% en enero, o sea, se fue de un lado a otro completamente en cuestión de un mes, el consenso de las previsiones de analistas consultados por Reuters apuntaba a una caída de 1,000 millones de dólares en el crédito al consumidor en febrero.
Impresionante y ojo, en Febrero se esperaba seriamente que el día del amor y la amistad, así como el superbowl, detonara el crédito al consumo entre los norteamericanos, no que le dejaran caer en picada.
Espeluznante, ¿cierto?