Un tramo elevado de la Interestatal 10 se derrumbó el domingo en medio de intensas lluvias en una remota área desértica de California. Una persona resultó herida y muchas más quedaron varadas tras el colapso, que cortó el tráfico en ambas direcciones entre el sur de California y Arizona.
“La Interestatal 10 está cerrada de forma completa e indefinida”, dijo Terri Kasinga, portavoz del Departamento de Transportes de California.
El puente por el que pasa el tráfico en dirección este, situado unos 4,5 metros (15 pies) sobre lo que suele ser el cauce seco de un arroyo, unos 80 kilómetros (50 millas) al oeste de la frontera con Arizona, cedió y terminó en las aguas crecidas que pasaban por debajo, indicó la Patrulla de Autopistas de California. El colapso bloqueó todo el tráfico en dirección a Arizona.
También se cerró el puente en dirección contraria, cerca de la pequeña localidad de Desert Center. La autopista en ese sentido estaba intacta, pero afectada por las inundaciones y podría necesitar una reconstrucción igual que extensa que el puente derruido, dijo Kasinga.
No se proporcionó una estimación de tiempo sobre cuándo podría reabrir cualquiera de los dos tramos, que serían revisados por personal trasladado de otros proyectos.
“Ni siquiera podrán empezar a evaluar los daños hasta el lunes”, dijo Kasinga.
Eso implica que los que quieran viajar entre California y Arizona podrían verse obligados a hacer cientos de millas más de camino hasta la Interestatal 8 en el sur, o la 40 en el norte.
La bulliciosa I-10 es la ruta más directa entre Phoenix y partes del sur de California como Los Ángeles.
Las autoridades de transporte recomendaron a los viajeros en el lado este del derrumbe que tomaran la autopista 95 en Arizona para llegar a las otras carreteras interestatales, mientras que en California se aconsejó a los conductores tomar las vías estatales 86 y 111 para llegar a Arizona por la Interestatal 8.
El Departamento de Bomberos de Riverside tuvo que rescatar a un conductor que sufrió un accidente en el derrumbe. La persona fue trasladada a un hospital con lesiones moderadas. Un pasajero de la camioneta pudo salir sin ayuda y no resultó herido.
Cientos de vehículos se quedaron varados nada más derrumbarse el puente, pero la patrulla de autopistas trabajaba para desviarlos en la otra dirección de la carretera y no estaba claro si quedaba alguno atascado unas horas más tarde, dijo Kasinga.
Pamala Browne, de 53 años, viajaba con su hija desde Flagstaff, Arizona, a Palm Desert, California, cuando se quedaron varadas al cortarse los carriles hacia el oeste.
“Oh Dios mío, estamos muy atascadas aquí”, dijo Browne al periódico Desert Sun. “No se ve el final de los autos atascados aquí”.
Los problemas de transporte se produjeron en el segundo día de chubascos y tormentas eléctricas en la región central y sur de California, que batió récords de precipitación en un mes generalmente seco.
Durante la tarde llovió en partes de las montañas del condado Los Ángeles, en el valle al norte y en áreas urbanas del interior hacia el este. Se pronosticaba para la ciudad una repetición de los chubascos aislados del sábado, mientras que los aguaceros ocasionales remanentes de la tormenta tropical Dolores trajeron condiciones húmedas calurosas hacia el norte.
“Tenemos probabilidades de lluvias más fuertes en el condado L. A. esta noche, tormentas eléctricas, relámpagos, posibilidad de algunas calles inundadas”, dijo el meteorólogo Joe Sirard, del Servicio Meteorológico Nacional.
Los chubascos ocasionaron la primera cancelación por lluvia en 20 años de un juego de los Angelinos de Los Ángeles, y la primera de los Padres de San Diego desde 2006.
La lluvia del sábado rompió récords en al menos 11 lugares, incluidos cinco que tuvieron la mayor precipitación pluvial registrada en cualquier día de julio, dijo Sirard.
Julio es normalmente el mes más seco del año en el sur de California. Debido a ello, la lluvia del sábado de 9,1 milímetros (0,36 pulgadas) en el centro de Los Ángeles excedió el récord del 14 de julio de 1886 de 6 mm (0,24 pulgadas), en el que había sido el día de julio más mojado en casi 130 años.
Este registro resulta especialmente significativo, dijo Sirard, porque el centro de Los Ángeles tiene la estación climática con registros más antiguos, desde el 1 de julio de 1877.
La tormenta del sábado ocasionó inundaciones y apagones y convirtió la normalmente atestada costa del condado Los Ángeles en tramos de arena vacíos cuando la amenaza de rayos obligó a las autoridades a cerrar 112 kilómetros (70 millas) de playas. También se cerraron el popular muelle de Santa Mónica y sus playas cercanas.
El Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles recomienda a la población que evite nadar en un radio de 100 yardas alrededor de sumideros de tormenta en las 72 horas posteriores a un fuerte aguacero.
También se emitieron advertencias por fuerte oleaje y corrientes en todas las playas orientadas al sur, incluidas Venice, Santa Mónica, Malibú, Zuma, Newport y Huntington, según las autoridades.
Mientras tanto, la tormenta veraniega ayudó a los bomberos a combatir dos incendios forestales declarados el viernes.