Comer cebollas, tumbarse a la sombra o abarrotar los ríos. Los indios hacen todo lo que pueden para mantenerse frescos, en medio de una brutal ola de calor que ha matado a más de 1.400 personas en el último mes.
La mayoría de las 1.412 muertes se produjeron en los estados sureños de Andhra Pradesh y Telangana, donde las temperaturas han llegado a 47 grados Celsius (117 grados Fahrenheit), indicaron las autoridades.
Las autoridades recomiendan a la gente que se proteja del sol, se cubra la cabeza y beba agua. El jueves había médicos en alerta para atender problemas de salud relacionados con el calor, y equipos de voluntarios repartían suero de leche salado y cebollas, dos productos que se cree ayudan a hidratarse.
El calor seguirá durante varios días, según los meteorólogos, agrietando las carreteras, abrasando cosechas y poniendo en peligro a trabajadores de la construcción, campesinos y cualquier otro que trabaje al aire libre.