La presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, realizó el martes un fuerte cambio de su gabinete, al designar nuevos jefe de Gabinete y ministro de Economía, a nueve días de una dura derrota en elecciones legislativas, en la que el gobierno perdió la mayoría parlamentaria. Carlos Fernández renunció al ministerio de Economía y en su lugar asumirá el economista Amado Boudou, quien dejará la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) desde donde llevó adelante la reestatización del sistema jubilatorio, informó en la Casa Rosada (sede del gobierno) el subsecretario de Medios, Alfredo Scocimarro.
El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, un incondicional de la presidenta, asumirá la jefatura de Gabinete (coordinador de ministros) en lugar de Sergio Massa, quien regresará a su cargo de alcalde de la ciudad de Tigre (periferia norte). En lugar de Aníbal Fernández, al frente del ministerio de Justicia irá Julio Alak, gerente de la estatizada Aerolíneas Argentinas, a su vez reemplazado por el joven abogado laboralista Mariano Recalde.
Del ANSES se hará cargo Diego Bossio, ex integrante del directorio del Banco Hipotecario, mientras que el nuevo secretario de Cultura será el cineasta y diputado Jorge Coscia, en reemplazo de José Nun. Los nuevos funcionarios prestarán juramento el miércoles a las 19H00 locales (23H00 GMT) en Casa de Gobierno, precisó el portavoz.
Y es que tras este anuncio, la presidenta participó de una cena de camaradería de las fuerzas armadas, pero en su discurso no se refirió al recambio ministerial aunque frente a los militares destacó su beneplácito por “estar viviendo en un país de absoluta transparencia en su democracia”. Por el momento, nada se dijo de un alejamiento del polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, con causas abiertas en la justicia acusado de manipulación de datos estadísticos, cuya cabeza reclama la oposición que criticó al unísono que su nombre no esté incluido en el recambio.
El “kirchnerismo” (como se refieren a su gobierno que ya tiene corriente ideologica en el pais) puro está intacto, porque a Moreno no lo tocan. Indudablemente, siguen con el mismo elenco, sólo se animan a hacer cambios de roles”, advirtió el senador Gerardo Morales, presidente de la opositora Unión Cívica Radical (UCR, socialdemócrata).
Una renuncia que parecía inevitable era la del ministro de Economía Carlos Fernández, un técnico de perfil muy bajo que había sido designado en 2008 cuando se señalaba al ex mandatario Néstor Kirchner (2003-2007), esposo de la presidenta, como el verdadero ministro en las sombras.
Permanecen en sus cargos el canciller Jorge Taiana y los ministros de Planificación, Julio De Vido; de Interior, Florencio Randazzo; de Defensa, Nilda Garré; de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; de Educación, Juan Carlos Tedesco; de Ciencia, Lino Barañao y el recientemente nombrado en Salud, Juan Manzur. Pese a las expectativas que se habían generado, la presidenta no había modificado su gabinete tras la derrota electoral del 28 de junio, cuando el gubernamental peronismo progresista perdió la mayoría parlamentaria.
En el comicio, el electo diputado Néstor Kirchner fue derrotado con 32,11% por el magnate Fernando de Narváez (34,58%) al frente de una alianza entre peronistas de derecha y neoliberales, en la provincia de Buenos Aires, distrito clave con casi el 40% del padrón y bastión histórico del peronismo. Tras el comicio, el mayor gesto político lo tuvo Néstor Kirchner al renunciar a la jefatura del Partido Justicialista (PJ, peronismo), pero la mandataria desestimó la necesidad de un recambio de ministros.
Sólo había renunciado la ministra de Salud Graciela Ocaña, en una decisión desvinculada del resultado electoral, y días más tarde se alejó el secretario de Transportes Ricardo Jaime, acusado de corrupción