Al menos tres candidatos a alcaldes y algunos aspirantes a regidurías solicitaron protección policial a la Secretaría de Seguridad Pública estatal, luego de las amenazas que han recibido por parte del crimen organizado.
Los candidatos que solicitaron ante los órganos electorales la vigilancia en torno a sus personas representan a los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Verde Ecologista de México (PVEM).
En tanto, en siete municipios serranos, precandidatos del Partido de la Revolución democrática (PRD) decidieron al final no participar en el proceso de elección ante la violencia que se presenta en la entidad.
El presidente del Instituto Estatal Electoral (IEE), Fernando Herrera Martínez, dijo que el clima de inseguridad que se registra en el estado ha obligado a los candidatos de diversos partidos políticos a evitar sufrir alguna agresión durante sus recorridos.
Mencionó que para garantizar la seguridad de los aspirantes, por acuerdo del Consejo General del IEE, se solicitó desde un principio el apoyo por parte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPE).
Explicó que hasta el momento los candidatos del PRI al distrito electoral 21 y 17, Liz Aguilera y Pablo Villalobos, respectivamente, pidieron protección, quienes ya tienen asignados dos elementos policiacos.
Agregó que también la aspirante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) por el distrito 14, Berta Villalobos, pidió al IEE apoyo de elementos para que la vigilen durante su recorrido por los sectores donde realiza proselitismo político.
Añadió que hasta el momento el único de los candidatos a gobernador que cuenta con vigilancia personal es el del PRI, César Duarte, el cual tiene asignados al menos dos elementos que cuidan su integridad física.
Por su parte, el presidente del Comité Estatal del PRD, Miguel Vargas, reconoció que el ambiente de inseguridad que se vive en el estado, generó que en siete municipios, no se han presentado candidatos durante las próximas elecciones.
Expuso que incluso dos candidatos en el Valle del Rosario, tanto alcalde como síndico, fueron amenazados de muerte por gentes extrañas que les pidieron renunciaran a sus aspiraciones a cambio de no asesinarlos