Carlos III suspenderá sus actos públicos al menos hasta el mes de marzo, mientras sigue el tratamiento por el cáncer diagnosticado durante su operación por un agrandamiento “benigno” de la próstata. El príncipe Guillermo asumirá entre tanto parte de sus funciones de cara al público, mientras el príncipe Enrique se desplazaba a Londres en viaje relámpago desde California para encontrarse con su padre por primera vez en nueve meses.
El monarca de 75 años recibirá “regularmente” un tratamiento no especificado y confía en seguir trabajando desde su residencia en Clarence House y poder despachar con su consejo privado, aunque su encuentro semanal con el primer ministro Rishi Sunak puede quedar temporalmente en el aire.
El propio Sunak declaró a la BBC que el cáncer del rey Carlos III “ha sido detectado a tiempo”. El ‘premier’ tampoco especificó qué tipo de dolencia padece el monarca, aunque la Casa Real ha descartado inicialmente que se trate de un cáncer de próstata.
La noticia ha creado una gran conmoción entre los británicos y ha despertado la máxima inquietud por el futuro de la familia real, tras la operación abdominal sufrida por Kate Middleton y su retirada de la vida pública al menos hasta Semana Santa. El príncipe Guillermo suspendió de hecho temporalmente sus actos públicos para asistir a su esposa durante la recuperación, tras las dos semanas pasadas en The London Clinic (el mismo hospital privado donde fue intervenido Carlos).
Guillermo reaparecerá el miércoles en una acto de investidura en el castillo de Windsor, previsto antes de que se hiciera público el diagnóstico de cáncer de su padre. El príncipe, de 41 años, asistirá por la noche ese mismo día a una gala para recaudar fondos para las ambulancias aéreas en Londres.
Guillermo tendrá que despachar estos días con su hermano Enrique, con quien prácticamente no se habla durante meses. Carlos comunicó personalmente su diagnóstico a su hijo pequeño, de 39 años, que decidió partir sobre la marcha desde EEUU y emprender el viaje de más de 10 horas hasta Londres (Meghan y sus dos hijos se quedaron en California).
Se espera que Carlos mantenga también un encuentro personal con Enrique y busque la reconciliación familiar para hacer frente a la situación creada por su su diagnóstico. Pese a mantener el título de Duque de Sussex, Enrique fue suspendido hace tres años de sus funciones reales.
El duque de Sussex es aún sin embargo técnicamente “consejero de Estado”. En el caso de que el monarca tuviera que renunciar temporalmente a sus funciones por enfermedad, podría delegar por una patente real en dos o más consejeros de Estado. Además de la reina Camilla, el rey podría designar a los cuatro adultos mayores de 21 años en la línea de sucesión.
Carlos III confía sin embargo en poder apoyarse también en las próximas semanas en su hermana Ana y en su hermano pequeño, Eduardo. La princesa Ana, de 73 años, encabeza de hecho el ránking de popularidad y de presencia en actos públicos de la familiar real (457 en el 2023) por delante incluso del rey.