Casi 97 mil personas han compartido el “Duelo” de Francisco Toledo. Del 22 de octubre del año pasado al 21 de febrero pasado, la exposición “Duelo”, integrada por un centenar de piezas de cerámica de alta temperatura, de la autoría del artista plástico juchiteco Francisco Toledo, ha sido visitada por más de 96 mil 755 personas en el Museo de Arte Moderno (MAM).
Así lo dio a conocer la Secretaría de Cultura federal, en un comunicado en el que desataca el éxito que ha tenido el Creador Emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca, cuyo trabajo ratifica su inagotable energía creativa.
La obra de Toledo, que regresa al MAM a 35 años de su primera retrospectiva, estará abierta al público hasta el 27 de marzo entrante y permite asomarse a los acontecimientos recientes en el país, en particular los vividos por el pintor, escultor y grabador hace cuatro décadas en Juchitán, Oaxaca,
El espectador verá obra reciente de vasijas compuestas con un lenguaje figurativo, zoomorfo y vegetal, elaboradas en el taller de Claudio Jerónimo López, y se encontrará con obras que integran la muestra en color rojo.
El artista, de 75 años de edad, conserva elementos de su repertorio iconográfico, como los bestiarios pero al mismo tiempo hace referencia directa al sufrimiento a través de diversas imágenes, entre las que sobresalen los mecates, urnas, rostros sin ojos y expresiones de dolor.
Para “Duelo”, cita un comunicado, Toledo ensayó las figuraciones cerámicas como un peculiar trabajo de duelo. La muerte y el barro son dos hechos capitales que reflejan la inquietud del artista por entender ciertas manifestaciones primordiales.
Las piezas fueron pintadas en color rojo como forma de evocar la sangre y, como referencia explícita hacia el dolor y la tortura, aspectos que han sido destacados por Toledo en su asombro por la violencia que se vive en el mundo entero.
Además, incorporó a su obra animales como el pulpo, el sapo y la araña, pero también otros elementos desgarradores: rostros con signos de tortura, miembros amputados e incluso un cráneo cercenado, basado en un episodio de violencia ocurrido en su natal Juchitán en los años setenta.
Cabe destacar que las esculturas que reúnen las cualidades de color, textura, materiales e imágenes con las que se identifica su trabajo, evocan el acontecer cíclico de la creación en un registro trágico que, al celebrar la vida en medio de la muerte, alienta la esperanza.
En torno a la muestra, el próximo 5 de marzo el Museo de Arte Moderno presentará el documental “El informe Toledo”, documental con texto de Franz Kafka, donde se va entretejiendo la maestría y pasión del artista con los motivos, sucesos y hechos que lo han llevado a crear lo que crea y ser quien es ahora.