Catorce personas muertas por el crimen organizado en las últimas horas
La policía localizó en el estado occidental de Michoacán los cuerpos de siete hombres en las sillas, mientras que en el estado vecino de Guerrero autoridades reportaron el homicidio de otras siete personas dentro de un bar, incluidos tres agentes federales que se encontraban fuera de servicio.
La Procuraduría de Justicia de Michoacán señaló en un comunicado que los cadáveres de siete hombres, aún no identificados, fueron localizados la madrugada el sábado en una glorieta de una avenida de Uruapan, una municipalidad a poco más de 400 kilómetros al oeste de la ciudad de México.
La autoridad estatal informó que los cuerpos, que presentaban impactos de bala, se encontraban cada uno sobre sillas de plástico color blanco.
Aún se desconoce el móvil de los homicidios y la identidad de las víctimas, que sólo señaló que sus edades serían de entre los 15 y los 35 años.
Mientras, la Procuraduría de Justicia de Guerrero informó en un comunicado que miembros de un grupo armado irrumpieron la tarde del viernes en un bar de la localidad de Ciudad Altamirano y comenzaron a disparar contra personas que bebían en el lugar, lo cual provocó la muerte de tres agentes federales y cuatro civiles.
Otros dos policías federales resultaron lesionados. La autoridad no informó sobre qué grupo habría sido responsable del ataque ni el móvil.
Ciudad Altamirano, a unos 300 kilómetros al sureste de la capital mexicana, se localiza en los límites de Guerrero con Michoacán. Ambos estados han padecido en los últimos años hechos de violencia atribuidos a grupos del crimen organizado.
En los últimos años Uruapan ha sido escenario de algunos asesinatos atribuidos al narcotráfico y fue en esa municipalidad donde se dio a conocer en 2006 el cartel de La Familia, cuando se atribuyó el haber arrojado varias cabezas humanas cercenadas en una discoteca de la ciudad.
La Familia sufrió varios golpes desde su aparición y tras sufrir una división interna dio paso a la formación de otro cartel de las drogas, Los Caballeros Templarios, que tienen una amplia presencia en Michoacán.
Los Caballeros Templarios han mantenido lucha con grupos rivales a lo largo de los límites de Michoacán con otros estados, incluido Guerrero.
Autoridades federales han dicho que desde fines de 2006 más de 70.000 personas han sido asesinadas por la violencia del crimen organizado y el narcotráfico
