La puerta al mundo subterráneo se abrió hace 56 años y sigue ampliándose en promedio 15 metros cada doce meses. Por lo pronto forma una especie de cráter de un kilómetro de largo y 100 metros de profundidad.
Se llama Batagaika y se encuentra a las afueras de Batagai, una aldea del distrito de Verkhoyansk a 676 kilómetros al norte de Yakutsk, capital de la república de Sakha, en el nororiente de la Federación de Rusia.
A pesar de su medio siglo de vida, apenas comenzó a atraer la atención mundial en parte por la expedición científica que encabezó Julian Murton, de la Universidad británica de Sussex.
Esa expedición encontró que el suelo del cráter tiene 200 mil años de antiguedad. El análisis de las primeras muestras reveló que el clima en la zona era como el actual o inclusive un poco más cálido.
La información permitirá cruzar información con sitios similares en Groenlandia, China y la Antartida, indicó Murton citado por el sitio ruso de noticias RT.
De acuerdo a GeoCurrents, la república de Sakha tiene 3.1 millones de kilómetros cuadrados y su capital Yakutsk se presume como la de clima más frío en el mundo por su promedio de 35 grados centígrados bajo cero en enero, que sube a 25.5 grados en julio.
De acuerdo a los registros, Batagaika se comenzó a formar en la década de los años 60 del siglo pasado, cuando el bosque del área fue talado y la tierra se hundió.
Las temperaturas cálidas del verano, en particular de los años recientes, aceleraron el crecimiento del cráter, que se expandió más debido a las inundaciones sucedidas en 2008, recordó The Siberian Times.
El resultado ha sido un laboratorio natural sin paraleo para los científicos que investigan las amenazas al permafrost -la capa de suelo o roca de diversa profundidad donde la temperatura ha estado bajo cero grados por miles de años- agregó el rotativo.
Murton precisó que sitios como Batagaika se encuentran en el norte de Canadá, pero el cráter ruso es de dos a tres veces más profundo que los canadienses.
El crecimiento de Batagaika es también una especie de termómetro del calentamiento global, ya que sitios similares, pero de mucho menor tamaño, han ido apareciendo en el hemisferio norte.
El derretimiento del permafrost libera grandes cantidades de metano, un gas más potente que el dióxido de carbono para el efecto invernadero, que aumenta la temperatura del planeta.
En cierto sentido, Batagaika nos da una visión de lo que pasó en el pasado y lo que probablemente suceda en el futuro, dijo el científico al británico The Independent al explicar su expedición.
Conforme la temperatura aumente se incrementará el deshielo del permafrost, habrá más cráteres tipo Batagaika así como erosión del suelo, añadió Murton, miembro del departamento de Geografía de la Universiodad de Sussex.
Existe evidencia creciente de que en las pasadas décadas ese tipo de actividad se ha estado incrementando en extensión e intensidad en el hemsferio norte, añadió.
Explicó que cuando se modifica la vegetación o el suelo, ocurren eventos que llevan al derretimiento del hielo del permafrost y permiten que las temperaturas veraniegas lo penetren.
Para tranquilidad de los habitantes de la zona, que bautizaron a la cavidad como la puerta de entrada al mundo subterráeo, Murton dijo qque en su expedición no encontró ningún signo de algún camino hacia esa zona.
Solo hay roca. No ví ninguna puerta al infierno, aunque advirtió que sí se trata de un lugar peligroso porque su crecimiento impide la construcción de todo tipo de caminos y pone en peligro los existentes.