Si eres de mi generación te acordaras de ésta canción que fue cantada por Tatiana hace mucho tiempo. ¡Ah que tiempos! ¿No? Bueno a lo que voy.
¿Se han fijado las diferencias entre generación y generación?
Hablando en mi caso, la Mamá fue muy estricta conmigo y hasta cierto punto lo sigue siendo; La Mamá es la Mamá. HabÃa que comerse todo lo que se servÃa en mi plato, tenÃa que tender mi cama, hacer mi tarea revisada por ella antes de pensar en ver televisión, en tiempo de exámenes tenÃa que aprenderme todas las preguntas y respuestas de mis cuestionarios ya que ella me hacia un examen oral en el que la pregunta podÃa ser una respuesta, e irme a la cama estrictamente a las 8:00 PM, tuviera o no tuviera sueño, a esa hora se apagaba la luz; Si a la Mamá no le gustaba como habÃa hecho la tarea la tenÃa que volver a hacer, sin tachones, borrones y demás, yo tenÃa que llevar una tarea perfecta. â??El flojo trabaja dos vecesâ? es la frase favorita de la Mamá.
Si Ãbamos de visita, que esperanzas de portarnos mal, nos controlaba con la mirada, amenazando el regaño y castigo que, al llegar a casa o inclusive al subirse al carro de regreso podÃan hacerse efectivos. Todo esto hasta la secundaria.
Si por alguna razón, que serÃa muy rara la vez, la maestra en turno llegaba a regañarme, al llegar a casa seguro habrÃa regaño y castigo.
Obviamente yo evitaba todo esto, los castigos no eran nada divertidos (¿cuándo lo han sido?). Cuando era adolescente terminando la secundaria empezaba yo a salir a fiestas y bailes, mis regresos eran a las 10:00 PM, si leÃste bien, a las 10:00 PM yo tenÃa que estar de regreso en mi casa a la hora señalada, ni un minuto más, porque habrÃa cuestionamientos del por qué de la tardanza (si, por UN minuto), castigo seguro porque ninguna razón era suficiente fuerte para que me tardara yo más (de ahà nace mi estrés por la puntualidad). Al paso del tiempo la hora fue cambiando, pero igual, nunca me daban permiso como a los demás. TodavÃa estando yo en la Universidad tuve castigos y no se diga regaños.
Mi Mamá suele decir que, las reglas en su casa eran mucho más estrictas y que a mà me dio libertades que a ella no le dieron.
¿Libertades? ¡Santa Petra Enmascarada! ¡Yo tenÃa libertades! No quiero pensar, pero si lo sé (y no lo voy a escribir) como era mi abuelo con mi Mamá, créanme cuando les digo que yo tenÃa libertades. Ahora ya saben porque soy tan estricta con mis trabajos, porque soy puntual, porque me gusta todo ordenado, etc. ¡Gracias Mamá!
Quizá muchos pasamos por todo esto igual que mi Mamá y yo; debido a esto las nuevas generaciones adquirieron libertades que nosotros no tuvimos. Los papas les dan a los hijos TODO lo que quieren, sin importar lo que deban a las tarjetas de crédito; si regañan al niño en la escuela en lugar de dar un regaño al individuo, los papas van a reclamarle al maestro. Lo peor de todo viene cuando estas nuevas generaciones llegan a su primer trabajo. Todo ha sido fácil para ellos y sienten que lo saben absolutamente todo, tanto que al primer regaño por parte de su jefe, renuncian.
PodrÃa seguir con los ejemplos pero creo que es suficiente con que les diga que observen a los niños/adolescentes que tienen a su alrededor para que se den una idea de lo que hablo. Sean responsables al educar a sus hijos, no los van a odiar si los regañan/castigan, algún dÃa se los agradecerán, como yo a mi Mamá. ¡Gracias Abuelo donde quiera que estés!
Tania Garza. Lic. En Administración, ferrocarrilera, malvadina, biónica y algunas veces diva.
Me gusto tu escrito Tania. Déjame contarte que mis horarios eran los mimos. En la primaria solo salía a jugar de 6 a 8 y en la secundaria hasta las 10. En la facultad era la única que no iba a las fiestas porque tenía que llegar a mi casa a las 12 y era cuando apenas se ponía bueno, jaja mejor no iba.
Irais,
Estabamos igual entonces!!! 😉
Gracias por tu comentario.