China y Estados Unidos mantienen fijas sus posiciones sobre el autoritario avance de Beijing en zonas en disputa en el mar de China Meridional, con funcionarios chinos rechazando educadamente pero con decisión los intentos de Washington para imponer vías que alivien la tensión en la región.
En el cierre de una visita del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, a China el domingo, ambas partes destacaron la importancia del diálogo para resolver las demandas de competencias en el canal del mar de China Meridional. Pero ninguno mostró signo alguno de ceder terreno sobre los proyectos de recuperación de terreno chinos que han alarmado a Estados Unidos y a vecinos más pequeños del gigante asiático.
Kerry se reunió el domingo con el presidente chino, Xi Jinping, que viajará a Estados Unidos en visita oficial este otoño y trató de poner de relieve la cooperación entre ambos países.
“En mi opinión, las relaciones Estados Unidos-China se han mantenido estables en general”, dijo Xi a Kerry en el Gran Salón del Pueblo, añadiendo que “esperaba seguir alimentando esta relación” en su próxima visita.
A pesar de estas palabras, que se produjeron poco antes de que Kerry dejase Beijing para aterrizar en la capital de Corea del Sur, Seúl, la fricción por la construcción de china en la zona en disputa era evidente y oscureció el inicio de la breve gira asiática del diplomático estadounidense,
Washington y la mayoría de los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ANSA) quieren la paralización de esos proyectos, que sospechan buscan construir en islas y otras tierras cuya soberanía reclama el gobierno chino.
“Estamos preocupados por el ritmo y el alcance de la recuperación de tierras de China en el mar de China Meridional”, dijo Kerry el sábado. Instó a China a acelerar sus conversaciones con ANSA sobre las directrices para gestionar la actividad marítima en las zonas en disputa.
El objetivo es ayudar a “reducir tensiones y aumentar la posibilidad de soluciones diplomáticas”, explicó Kerry.
“Creo que estamos de acuerdo en que la región necesita una diplomacia inteligente para cerrar un código de conducta ASAN-China y no con puestos avanzados ni franjas militares”, dijo Kerry a periodistas en una conferencia de prensa con el canciller chino, Wang Yi.
Wang indicó que aunque China estaba dispuesta a hablar, no daría marcha atrás en la construcción que, según dijo, “es algo que entra de lleno en el ámbito de la soberanía china”.
“La determinación de la parte china para salvaguardar nuestra propia soberanía e integridad territorial es firme como una roca, y es inquebrantable”, agregó.
Wang agregó que las diferencias entre su país y Estados Unidos podrían abordarse “siempre y cuando podamos evitar malentendidos e, incluso más importante, evitar errores de cálculo”.
Las reclamaciones de Beijing y sus proyectos de recuperación de tierras han sacudido una región con islas y arrecifes demandados por China y otros cinco gobiernos asiáticos. Estas actividades han llevado a enfrentamientos marítimos acompañados de protestas nacionalistas y serios desencuentros diplomáticos.
Estados Unidos sostiene que no se pronuncia sobre los reclamos de soberanía, pero insiste en que deben ser negociados. Washington dice también que garantizar la seguridad marítima y el acceso a algunas de las rutas comerciales por mar más activas del mundo son una prioridad de seguridad nacional estadounidense.