El acuerdo de la OPEP para reducir la producción de petróleo despertó demasiadas dudas entre los analistas, y ahora China, un jugador inesperado en el sector energético, podría influir en la dirección que tome el mercado del crudo.
Según analistas de Goldman Sachs, el acuerdo anunciado la víspera en Argelia podría proporcionar un apoyo a corto plazo para la cotización del petróleo, pero lo más probable es que el exceso de oferta en el mercado internacional continúe.
Aunque la Organización de Países Exportadores de Petroleo podría llegar a un consenso sobre limitar la producción, cualquier esfuerzo por el cártel para impulsar los precios a largo plazo podría ser fácilmente aplastado por un jugador inesperado en el mercado: China.
Aprovechando la caída de los precios del petróleo en los últimos dos años, China aceleró agresivamente su acumulación de reservas estratégicas de petróleo.
“Independientemente de lo que ocurre en el lado de la oferta, hay un factor de comodín en las reservas estratégicas de petróleo,” señaló Jodie Gunzberg, jefa global del departamento de materias primas y activos reales en el índice bursátil Dow Jones.
“Si la OPEP congela su producción para tratar de bajar el precio, China puede optar por no comprar petróleo a un precio más elevado y sólo tiene que utilizar sus reservas”, agregó, de acuerdo con un reporte del sitio de noticias financieras Market Watch.
“O incluso más dramáticamente, podría empezar a exportar, como lo ha hecho con otras materias primas”, señaló.
La experta comentó que las reservas de petróleo chinas han creado un freno de emergencia para bajar los precios si suben demasiado rápido para el gusto de Beijing. “Y eso está creando un gran riesgo para los mercados de energía”, detalló Gunzberg.
“Hemos visto a China hacer esto con otras materias primas. Lo hemos visto en el algodón, lo hemos visto con el níquel, lo hemos visto con otros metales industriales. Cualquier cosa que sea fácil de almacenar, China parece comprar, siempre que sea barato”, agregó.
China es muy reservado sobre el tamaño de sus reservas estratégicas o por cuánto tiempo sería capaz de satisfacer la demanda interna sin ningún tipo de importaciones.
El país asiático terminó la construcción de la primera fase de su programa para destinar sus reservas en grandes almacenes el año 2009, al edificar cuatro sitios con una capacidad para alojar 91 millones de barriles en total, según informes oficales.
Una segunda fase se terminará en 2020, con una capacidad reportada de alrededor de 245 millones de barriles.
Las importaciones de petróleo de China aumentaron en alrededor de 7.77 millones de barriles diarios, el ritmo más rápido desde abril, pero no está claro cuánto era para el consumo o para almacenaje.
La firma más influyente en el mercado de commodities, Goldman Sachs, no ha dudado esta mañana en reiterar su apuesta ‘bajista’ sobre el petróleo. El banco estadunidense ha mantenido sin cambio sus previsiones sobre el precio del crudo para finales de año.
Si se cumplen sus estimaciones, el barril tipo West Texas se situaría a finales de diciembre en los 43 dólares, por debajo de su cotización actual. Sus efectos se podrían retrasar a 2017, cuando un cumplimiento estricto de las cuotas podría elevar el precio del barril entre 7 y 10 dólares.
Los analistas de Goldman Sachs destacan que incluso aunque la OPEP ratifique finalmente la congelación de su producción, “a largo plazo nos mantenemos escépticos sobre la implementación de las cuotas propuestas”.
Apuntan además que si los países de la OPEP son estrictos esta vez en el cumplimiento de los límites establecidos, un repunte de los precios propiciaría a su vez un incremento de la producción, a medio plazo, por parte de los países no pertenecientes a la OPEP.