Los representantes de China y Taiwán mantuvieron el martes una cuarta ronda de negociaciones en medio de las protestas de sus detractores, temerosos de que la actitud del gobierno taiwanés hacia China facilite la eventual reunificación de ambos países.
En una entrevista con The Associated Press, la presidenta del opositor Partido Democrático Progresista criticó al presidente Ma Ying-jeou por negociar con China, alegando que burla las “normas democráticas”.
Los funcionarios de ambos países firmaron tres acuerdos mercantiles menores que tienen indignados a Tsai y otros detractores de las gestiones de Ma para acercar la economía de la isla a la de China.
Centenares de manifestantes se congregaron ante el hotel de la ciudad de Taichung donde tienen lugar las negociaciones, aunque muchos menos que la primera vez que Chen visitó Taiwán con el mismo fin el año pasado. Decenas de policías protegieron las barricadas levantadas en torno al edificio para evitar la repetición de los episodios de violencia que ocurrieron durante el primer encuentro.
En sus declaraciones a la AP, Tsai se centró en la falta de empeño de Ma de mantener a los taiwaneses plenamente informados de las negociaciones y estimó que la franqueza y transparencia son importantes, porque la propuesta “cambiará políticamente a Taiwán, económica y socialmente”.
“La gente de aquí no dio al presidente un cheque en blanco”, insistió Tsai. “Debe comportarse según las normas democráticas de acá. Y la primera es, por supuesto, la transparencia”, agregó.
Poco se sabe del propuesto acuerdo de libre comercio, salvo que reducirá las restricciones al comercio entre ambos países, salvo en unos pocos productos agrícolas chinos.