De no ser por las fiestas ruidosas, el dueño de una lujosa mansión en la costa del Golfo en Florida habría seguido operando una escuela para bailarinas exoticas o nudistas junto a una exclusiva comunidad.
El diario The Tampa Tribune reporta que las celebraciones de esta escuela de bailarinas exoticas hasta altas horas de la mañana, cargadas de alcohol, música a todo volumen y mujeres gritando, causaron quejas de los vecinos.
El dueño de la mansión y el administrador fueron multados por violaciones del código zonal. Sean Grey, uno de los gerentes, fue acusado además por la oficina del alguacil de violar las ordenanzas de ruido del condado.
El jueves representantes municipales y de la oficina del alguacil se reunirán con el comisionado del condado Kevin Beckner para discutir si son necesarias más medidas.
Si hubieran sido más discretos, seguirían funcionando”, dijo el alguacil Phil Acaba, que investigó los hechos en la mansión. “El ruido fue el asunto que provocó la caída”.
El dueño de la escuela de bailarinas exoticas la presentó como una agencia “para bailarinas exóticas y modelos”.
La mansión es propiedad de Pink Tati LLC, pero el dueño principal es el millonario canadiense Gordon Lownds. En una entrevista el lunes, Lownds le dijo al periódico que ha cesado toda actividad comercial de escuelas para bailarinas en la propiedad.
Estamos al tanto de lo que podemos y lo que no podemos hacer”, dijo Lownds. “Estamos respetando todos los requerimientos zonales”.
Lownds compró la mansión en abril del 2013 por dos millones de dólares. Dijo que él y varios socios planeaban grabar un programa de reality-tv allí sobre las vidas diarias de bailarinas desnudistas.
La agencia de códigos ha emitido cinco citaciones contrala propiedad, algunas por realizar eventos especiales en una zona agrícola-residencial y otras por operar eventos especiales sin aprobación.