Esta historia no va de lleno a Claudia Ochoa Félix, hagamos un recuento de los daños a traves de los meses; los medios locales mexicanos publicaron una nota más de la violencia que azota el país, que mas da, ya mucha gente sabe perfectamente que México es un país violento y que las autoridades estan rebasadas, hay esfuerzos muy importantes como los que hace Morelos o Nuevo Leon para regresar la paz y la justicia en sus entidades y van muy bien pero ¿y el resto del país?.
Estas noticias son una de las tantas que componen la denominada ´nota narco´ que ahora son invisibilizadas por los noticieros denominados ´grandes´, puesto que desde que llego Enrique Peña Nieto la nota roja fue bajada de los medios de comunicación, asi que la historia de una joven sinaloense, hermosa, atlética, de nombre Yuriana Castillo Torres que fue abatida a tiros al salir de un gimnasio simplemente no trascendio, pero en redes sociales se hablo de que era Claudia Ochoa Félix. ¿Pero que importa si era Claudia Ochoa Félix? los pecados de la ejecutada fueron dos. Primero, ser una de esas ´narco-princesas´ que no trafican, que no entran al negocio pero rondan los lugares donde la narco-cultura se expone libremente. Segundo, su increíble parecido físico con Claudia Ochoa Félix, la ex esposa del ´Chavo Félix´.
Claudia Ochoa Félix y Yuriana Castillo compartían el mismo tipo de estructura corporal. No solamente un cuerpo atlético y definido, sino además, el tipo de cuerpo que delinea ortodoxamente el concepto de ´princesita de la mafia´. No puede ser de otra manera. Las prácticas, los saberes y los discursos (incluso por cuestionables y poco éticos que sean) se materializan en las formas de los cuerpos.
De esto último ha escrito infinidad páginas Ana María Fernández, profesora e investigadora de la UBA. Sostiene Fernández en su texto “Las lógicas colectivas. Imaginarios, cuerpos y multiplicidades” que….´los cuerpos portan las marcas, se constituyen a partir y con las huellas de las prescripciones… “marcas deseantes, pero también histórico-sociales; biológicas pero también políticas; pulsionales pero también de lenguaje´; …´el cuerpo, delimitando sus áreas de visibilidad e invisibilidad, sus principios de ordenamiento, sus formas de enunciabilidad y sus regímenes de verdad´.
La delineación del cuerpo de Claudia Ochoa Félix es un reflejo del micro-entorno en el cual esta mujer ha hecho su vida. El narcotráfico, al igual que un concurso de belleza, es un entorno donde se hace patente la lógica de los cuerpos construidos a voluntad, cuerpos diseñados a la voluntad –claro está– no personal sino de un tercero. Es un proceso en el cual, como lo expone Fernández, se hace uso de ´el artificio como recurso para lograr la perfección natural´. El artificio lo constituye no solamente el gimnasio y la dieta sino el bisturí, con el cual es posible materializar en el cuerpo el discurso de deseo masculino: senos voluptuosos, caderas increíblemente anchas, cintura marcada, facciones finas.
En suma, se trata de construir el cuerpo inalcanzable como objeto de deseo no sólo por medio de la artificialidad del bisturí. Aplica también aquello que Marcel Mauss denominó las “técnicas del cuerpo“. Es decir, los recursos a través de los cuales el cuerpo aprende, encarna y hace propios los aprendizajes. Por eso, Claudia Ochoa Félix es el paquete completo, no solamente por la belleza física sino porque además se ha atrevido a escalar en las jerarquías del narcotráfico sinaloense. No tiene el estilo de las anteriores ´reinas del narco´: no provino ´de abajo´ cómo Camelia ‘la Tejana´ o está emparentada con capos de antaño como lo estuvo Sandra Avila Beltrán. Tampoco tiene la dirección de un Cartel como Enadina Arellano Félix. Pero Claudia Ochoa Félix, alias la “Emperatriz de Los Ántrax”, es según los chismes de la sociedad narca, la nueva jefa del brazo de sicarios ´Los Ántrax´, y de facto, la mujer más poderosa del narcotráfico en Sinaloa, México.
El involucramiento de las mujeres en la mafia ha sido tabú, pero nada nuevo. Ombretta Ingrascì, autora del texto Mujeres en la Mafia, se ha dado a la tarea de reconstruir los relatos no públicos de las mujeres en el mundo del crimen organizado. Guissepina Sansone, del clan camorrista de la familia Pesce y Laura Titta del poderosísimo clan Casalesi, son dos de los casos más interesantes en este libro. Ambas chicas son guapas, atléticas y con cuerpos de infarto. Pero además violentas. De la misma forma como viven libremente su vida sexual también matan y hacen fortuna.
Esto último hace muy interesante comentar, precisamente, la fotografía que en las redes sociales más se comparte de la Reyna de los Antrax. Al igual que su marido, gusta de presumir la vida de glamour y excesos en Instagram y Facebook. En dicha fotografía, La Emperatriz del Narco aparece de espaldas, con ropa apretada, mostrando glúteos marcados, prominentes y en su mano derecha, un cuerno de chivo (AK 47). Caderas anchas apelando a la simbología reproductiva y en la mano derecha el ´corno´ cual elemento de representación fálica de carácter mitológico usado en la antigüedad para lograr protección.
Y que quede claro, Claudia Ochoa Félix es una personalidad que muchos admiran, unque no sepan a ciencia cierta quien es ella y que ha hecho o si toda la mitologia en torno a ella, es verdadera.
PD La propia Claudia Ochoa Félix salio despues de varias incursiones mediaticas a decir que ella no tiene nada que ver con personalidades cercanas o inersas del narcotrafico, que se le dejara en paz y que solamente se le pone en riesgo a ella y su pequeña hija con notas como esta, asi que al menos sabemos perfectamente que ella encaro a la opinion publica no de los medios tradicionales sino de los medios digitales que le han nombrado como la reina antrax, brazo arados del artel de Sinaloa.