Las tormentas están arrastrando la mancha de petróleo que causó el derrame de BP en el Golfo de México hacia pantanos en Luisiana y demorando temporalmente los esfuerzos por contener la fuga.
El mal tiempo también ha trasladado la marea negra hacia Lake Pontchartrain, que limita con Nueva Orleans, contaminando aún más las playas de Misisipi y dificultando las pruebas de un supertanquero adaptado para recoger grandes cantidades de crudo desde la superficie.
El huracán Alex apenas tocó las costas de Luisiana la semana pasada, pero fue suficiente para elevar de manera inusual los niveles del agua en las islas y canales que conforman los pantanos en ese estado.
Desde entonces, no se ha realizado un estimado sistemático de los daños, pero en Bay Jimmy, situada a unos 16 kilómetros de las aguas abiertas del golfo, el petróleo ha alcanzado la grama cercana a las orillas, dijeron testigos.
“Mientras suba la marea, empujará el petróleo cada vez más hacia los pantanos y esto significa que más marismas morirán”, dijo Emily Guidry Schatzel, de la Federación Nacional de Vida Salvaje.
La mancha también está contaminando el hábitat de un gran número de pequeñas criaturas que se refugian en la grama de las islas.
Alex es el primer huracán de una temporada de tormentas tropicales en el Atlántico que se proyecta muy activa.
Algunos científicos sostienen, no obstante, que los efectos de la tormenta son poco claros y que podría servir para desgastar el petróleo y disminuir su concentración en el agua, haciéndolo, por ende, menos tóxico.
Mares embravecidos y fuertes vientos también siguen afectando las operaciones de recolección de petróleo en las costas del golfo, dijo el martes el portavoz de la Guardia Costera, Comandante Charles Diorio.
Equipos de recolección costa afuera no lograron recoger petróleo del agua el lunes frente a las costas de Alabama, Misisipi y Florida, precisó Diorio.
El funcionario agregó que, no obstante, se ha logrado “recolectar un gran total de tres barriles de agua aceitosa”.
La marea alta cerca del pozo dañado de BP en aguas profundas interrumpió las pruebas de un supertanquero y obligó a los equipos a adaptar en su lugar un sistema para trasladar agua aceitosa hacia tanques de almacenamiento en un barco donde puede ser decantada.
Las pruebas pueden reanudarse en la semana