Clinton y Sanders suben el tono en debate demócrata en EEUU. Los aspirantes del partido Demócrata a las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre, Hillary Clinton y Bernie Sanders, iniciaron este jueves un debate que marcó un áspero aumento en el tono de los cruces, antes de las primarias en New Hampshire.
Clinton y Sanders iniciaron un debate en la Universidad de New Hampshire después de la victoria de la ex secretaria de Estado en la primaria de Iowa por apenas un delegado, un resultado considerado una enorme victoria del senador por el estado de Vermont.
Este jueves, los dos aspirantes presidenciales iniciaron el debate buscando mostrar unidad frente a los candidatos del partido Republicano, pero la temperatura subió después que Sanders mencionó el dinero que Clinton recibió del banco Goldman Sachs por conferencias privadas cuyo contenido permanece reservado.
Visiblemente irritada, Clinton interrumpió a Sanders y le pidió que cese la campaña para “ensuciar” su nombre con sugerencias, y que si tenía pruebas concretas de que ella se había “vendido” a las grandes corporaciones que las presentara.
Sanders se mantuvo firme pero se limitó a reiterar que es el “único aspirante Demócrata” que no recibe millonarias donaciones de “Wall Street y los grandes bancos”.
La disputa entre ambos ocurre en un contexto en que los dos buscan definir el espacio del electorado que intentan atraer para sus campañas.
De esa forma, recordando pasadas declaraciones de Clinton, Sanders insistió en que “no se puede ser un moderado y un progresista al mismo tiempo”, y la ex secretaria de Estado respondió que ella es una “moderada capaz de presentar resultados efectivos”.
Sondeos preliminares indican que Sanders llega a la primaria de New Hampshire con una cómoda ventaja sobre Clinton, posiblemente de hasta 20 punto porcentuales, aunque aún resta conocer con más precisión el impacto que los resultados de Iowa tendrán en esa nueva contienda.
Una derrota de la exsecretaria de Estado en New Hampshire, después de una tan apretada victoria en Iowa, encendería todas las alarmas, aunque sondeos a nivel nacional aún la colocan como la favorita entre los demócratas.
Para el equipo de Clinton, lograr una victoria en Iowa era fundamental para dejar atrás la experiencia de 2008, cuando también era favorita pero resultó derrotada por el entonces senador Barack Obama, quien inició allí una carrera indetenible hacia la Casa Blanca.