Al menos dos de cinco soldados de Estados Unidos acusados en junio pasado de la muerte de tres civiles afganos guardaban “partes de los cuerpos” de sus víctimas, como huesos, dientes y cráneos, según documentos militares citados hoy por medios locales.
Las cadenas televisivas ABC y CBS indicaron que los documentos se refieren al sargento Calvin R. Gibbs y a los soldados Adam C. Winfield, Jeremy Morloc, Michael S. Wagon y Andrew Homes, todos acusados de homicidio premeditado hace tres meses.
Los cinco soldados, y otros siete acusados de encubrimiento de los supuestos crímenes, forman parte de una brigada Stryker con base en Fort Lewis-McChord, en el Estado de Washington.
Según la emisora local de ABC en Seattle, KOMO.NEWS, los cinco militares también han sido acusados de mutilar cadáveres, de haber disparado contra civiles afganos “simplemente porque podían hacerlo”, de consumir hachís y de darle una paliza al soldado que los denunció.
De acuerdo con los documentos citados, a Gibbs le encontraron “huesos de dedos, huesos de pierna y un diente de cadáveres de afganos”, y a Wagon, un cráneo.
Uno de los documentos indica que Morlock y Gibbs, en un intento por obstaculizar la investigación, mostraron los huesos de los dedos a un soldado al que amenazaron con matar “si hablaba con los mandos y la policía militar acerca del uso de hachís en el pelotón“.
Los soldados participaron en operaciones cerca de Kandahar, en una zona donde los talibanes tienen mucha fuerza, y según documentos de la justicia militar los abusos comenzaron después que el sargento Gibbs dijese, en tono de broma, que “sería muy fácil arrojar una granada y matar a la gente”.
Las audiencias judiciales sobre este caso comenzarán el mes próximo