Durante la década de los setenta el paÃs presentó un significativo estancamiento económico, falta de credibilidad en las instituciones del Estado y un notable enfrentamiento con el sector empresarial debido a la polÃtica de intervención del Estado en la economÃa. Esta situación tuvo su impacto en el ámbito sindical generándose por un lado un movimiento de insurgencia sindical y por otro lado, conflictos entre algunas centrales sindicales pertenecientes al Congreso del Trabajo.
En 1976 algunos sindicatos encabezados por los hermanos Leonel y Abel DomÃnguez Rivero, deciden escindirse de la Confederación de Obreros y Campesinos del Estado de México, COCEM, argumentando inconformidad con las prácticas de los lÃderes cocemistas.
A partir de ese año los hermanos DomÃnguez trabajan intensamente para crear una nueva organización sindical, la cual inicialmente recibió el nombre de Confederación Obrera y Campesina de México COCM. Esta organización empezó a tener presencia en la zona industrial de Naucalpan, Tlalnepantla, Ecatepec, Atizapan de Zaragoza y Toluca; su lema fue â??por un sindicalismo nuevoâ?, teniendo amplio impacto en trabajadores de organizaciones sindicales rivales, debido a que en sus discursos se expresaba que la organización luchaba por la democracia sindical, los aumentos salariales, las prestaciones, el mantenimiento de la planta laboral, entre otros.
Después de dos años de constantes luchas por obtener la titularidad de los contratos colectivos de trabajo, asà como la afiliación del mayor número de trabajadores, los hermanos DomÃnguez obtienen el registro legal de su organización el 18 de abril de 1978; sin embargo al realizarse el primer Congreso Constituyente se decide cambiar las siglas por Confederación de Trabajadores y Campesinos, CTC, quedando integrada con cinco federaciones y seis sindicatos nacionales.
Con este hecho se dio registro a la última Confederación Obrera del paÃs de finales del periodo conocido como desarrollo estabilizador