Una niña de 14 años de edad que murió de cáncer este año es la primera británica en haber ganado un caso en la corte inglesa para que su cuerpo fuera congelado -en un proceso conocido como criogenia- con la esperanza de ser revivida en el futuro.
Un juez de la Suprema Corte de Justicia de Inglaterra concedió este último deseo a la menor, a pesar de la oposición de su padre a la llamada criónica o criopreservación.
En una carta dirigida a los jueces, la menor señala que quiere prolongar su vida “aún si despierta dentro de cien años”.
Tengo apenas 14 años y no me quiero morir, pero sé que me voy a morir. Creo que ser criopreservada me dará la oportunidad de curarme y despertarme, aún si es dentro de cien años”, señaló la niña, cuya identidad permanece en el anonimato.
Después del fallo sin precedente de un juez, el cuerpo de la adolescente conocida solo con las iniciales JS fue conservado y transportado desde Londres hacia Estados Unidos, donde fue congelado indefinidamente por un costo de 45 mil dólares.
La niña estipuló en la carta al juez que no quería ser enterrada.
No quiero ser enterrada. Quiero vivir y vivir más años y creo que en un futuro tal vez encuentren una cura a mi cáncer y me despierten. Quiero tener esta oportunidad. Este es mi deseo”, señaló la menor.
En la prensa británica trascendió que los padres de la niña están divorciados y que la menor no había visto a su progenitor en los últimos ocho años. Su padre se oponía a la criopreservación en un principio, pero después cambió de opinión.
El juez Peter Jackson falló en favor de la menor y ordenó que el caso no saliera a la prensa mientras ella estuviera viva para evitarle aún más estrés en sus últimas semanas de vida.
Me conmovió la forma en que ella estuvo enfrentando este predicamento. No es sorpresa que esta solicitud es la única en su tipo que ha llegado a las cortes de este país, y probablemente en cualquier otro”, afirmó el juez.
Agregó que este es un ejemplo de las nuevas formas en que la ciencia desafía a la ley, y sobretodo a la legislación familiar.
Este es el primer caso de solicitud de criogenia que llega a las cortes de Inglaterra y Gales y también la primera vez que una menor es enviada a Estados Unidos para que una compañía se encargue del proceso de criopreservación.
El padre tenía miedo de que en caso de que la ciencia avance, que la niña despierte dentro de 100 o 200 años en un país ajeno, sin familia, ni amigos, probablemente sin memoria y enfrentando una vida sola a la edad de 14 años.
Sin embargo, a lo largo del juicio cambió de opinión y decidió respetar el último deseo de su hija.
Respeto las decisiones que mi hija hizo. Esto es lo último y único que me ha pedido”, señaló el padre ante la corte.
El juez Jackson aseguró que la niña “murió en paz con el conocimiento de que su cuerpo sería congelado”.
El hospital en el que murió se encargó de los arreglos preliminares para que el cuerpo fuera conservado y enviado a una compañía especializada en criopreservación a Estados Unidos.
La criogenia es el proceso científico a través del cual se congelan objetos u organismos, utilizando comúnmente nitrógeno o helio líquido en su punto de temperatura más baja, alrededor de -150 Cº.
La criogenia tiene varios usos, especialmente en el área de la medicina, en donde se le utiliza en cirugías, ya sea para destruir tejidos específicos o evitar hemorragias, bajando la temperatura en la sangre de forma radical, siendo también útil en el tratamiento del cáncer.