Una coalición de asociaciones italianas de consumidores presentó una queja a la Comisión Europea contra el gigante estadounidense de la restauración rápida McDonald’s al que acusan de competencia desleal, indicaron este martes en un comunicado.
La coalición acusa a la empresa de abusar de su posición dominante en el mercado europeo, falsear la competencia y penalizar tanto a los franquiciados como a los consumidores.
La Comisión Europea, interrogada por la AFP, confirmó la recepción de la queja, que se dispone a analizar antes de decidir si abre una investigación preliminar.
En los casos de abuso de posición dominante, una empresa condenada puede verse infligir una multa de hasta 10% de su volumen de negocios y una obligación de reestructurar su modo de funcionamiento.
La coalición que demanda a McDonald’s reagrupa a Codacons, al Movimiento de defensa del ciudadano (Movimento Difesa del Cittadino), al grupo Ciudadanos activos (Cittadinanzattiva), apoyadas por la Unión Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), el poderoso sindicato presente en Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico que reivindica dos millones de miembros.
Según estas asociaciones, McDonald’s impone “contratos ilegales y restrictivos” a sus franquiciados lo que afecta “de manera negativa la elección del consumidor, los precios y la calidad del servicio y los alimentos [que ofrece] en Europa”.
“Los franquiciados están ‘encerrados’ en el sistema McDonald’s con condiciones y contratos de alquiler excepcionalmente onerosos”, indican en un comunicado.
La coalición denuncia que McDonald’s impone precios de alquiler de sus locales a los franquiciados de hasta 10 veces el valor de mercado. Los alquileres que cobra el grupo -propietario de los locales- a sus franquiciados representa, según la coalición, el 66% de sus ingresos.
Las asociaciones constatan además que los términos contractuales que impone la casa matriz limita las posibilidades de los franquiciados operar con otras marcas.
Estas condiciones contractuales “incrementan las perspectivas de dificultades financieras” tienen por consecuencia “resultados financieros inferiores y una posibilidad más elevada de quiebra”.
“Esto afecta las opciones de los consumidores, los precios así como la calidad del servicio y de los alimentos”, señalan.
“Estamos orgullosos de nuestros franquiciados y estamos comprometidos para trabajar estrechamente para que puedan recibir todo nuestro apoyo para operar sus restaurantes”, indicó un portavoz de la empresa estadounidense en un mensaje.
“Este enfoque, que supone compartir el riesgo así como la recompensa, es exitoso desde hace muchos años y ayudó a crear las mejores oportunidades de negocio para nuestros franquiciados y la mejor experiencia para nuestros clientes”, añadió.
McDonald’s, líder mundial de la comida rápida, tiene más de 36.000 restaurantes en un centenar de países.
La Comisión Europea ya inició una investigación por el régimen fiscal otorgado por Luxemburgo a McDonald’s que sospecha que permite a la empresa disminuir su exposición fiscal en Europa.