Los votos del PRI, PAN y Partido Verde fueron suficientes para hacerlo posible. De poco sirvió llevar la contraria al PRD y a unos cuantos extraviados más, como el petista Manuel Bartlett.
El Senado aprobó sin cambios el total del paquete de reforma fiscal y hacendaria en materia energética y lo envió al presidente Enrique Peña Nieto para su promulgación y entrada en vigor.
La idea es una mejor administración de la riqueza petrolera. La izquierda votó en contra, junto con una figura de cartón del expresidente Lázaro Cárdenas.
Esta vez el desarrollo venció a la intransigencia. Hagan que las reglas operen en favor de todos.