Corea del Norte llama a un congreso de su partido político. Corea del Norte anunció oficialmente este miércoles la apertura el próximo 6 de mayo de un congreso de su partido único, el primero en casi 40 años, y numerosos observadores temen que esté precedido por una quinta prueba nuclear.
El congreso del Partido de los Trabajadores de Corea, que se reunió por última vez en 1980, era muy esperado desde que el Norte anunció su intención de convocarlo a finales del año pasado.
El dirigente norcoreano, Kim Jong-un, podría utilizar este acontecimiento para poner de relieve su papel de líder supremo y atribuirse los logros de su país en materia nuclear y balística.
Aunque no se facilitó ningún detalle sobre el congreso, la cita será escrutada para detectar posibles cambios de línea política o reajustes en la élite del poder en ese Estado que muchos analistas consideran totalitario.
Hasta el anuncio del Comité Central de este miércoles, la fecha del congreso secreta. En un comunicado publicado por la agencia norcoreana KCNA, el Politburó declaró que el próximo congreso, el séptimo del partido en toda su historia, empezará el viernes 6, aunque no precisó su duración.
El congreso de 1980 duró cuatro días. Para este año, el Ministerio de la Unificación surcoreano, encargado de los asuntos intercoreanos, vaticina “cuatro o cinco días”.
El anuncio del congreso ha disparado las especulaciones sobre un quinto ensayo nuclear antes del evento, que sería una demostración de fuerza y de orgullo nacional.
La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, anunció el martes que el Norte “concluyó los preparativos” de cara a un nuevo ensayo y podría llevarlo a cabo en cualquier momento.
Un nuevo ensayo sería un paso espectacular en la provocación norcoreana, tras las duras sanciones de la comunidad internacional a Pyongyang tras su test nuclear del 6 de enero.
La presidenta Park advirtió de que la comunidad internacional no dejará de actuar rápidamente y con dureza. “Aunque las sanciones actuales son severas, podemos imponer otras más duras para colmar eventuales vacíos”, aseguró.
Estos últimos meses, Corea del Norte ha reivindicado una serie de avance técnicos de cara a lo que parece ser el objetivo final de su programa nuclear, la puesta a punto de un misil balístico intercontinental (ICBM) capaz de alcanzar el continente americano.
Entre ellos, Pyongyang ha citado la miniaturización exitosa de una carga nuclear para poder montarla en un misil, la puesta a punto de una cabeza nuclear que pueda soportar el regreso a la atmósfera después de un vuelo balístico y la construcción de un motor de propergol sólido.
A principios de abril, Kim Jong-Un supervisó un ensayo de motor de un ICBM del que asegura que puede “garantizar” un ataque contra el continente americano.
En un comunicado publicado el martes por KCNA, un portavoz del ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores explicó que la hostilidad de Washington llevó a Pyongyang a hacer “progresos considerables para reforzar sus capacidades de ataque nuclear”.
A la espera del congreso, Corea del Norte también llevó a cabo una serie de disparos de misil, entre ellos el lanzamiento fallido el 15 de abril de un misil de medio alcance llamado Musudan.
Según la agencia surcoreana Yonhap, Corea del Norte está dispuesta a probar un nuevo Musudan de manera inminente. El Musudan tendría un alcance de entre 2.500 y 4.000 kilómetros, que convertiría en vulnerables Corea del Sur y Japón, pero también la isla estadounidense de Guam, en el océano Pacífico, donde hay una base militar.
Hasta ahora, ninguna preuba de vuelo de este misil ha tenido éxito. El disparo del 15 de abril fue un fracaso “catastrófico”, según el Pentágono, porque aparentemente el motor explotó poco después.
Las resoluciones de la ONU prohíben a Corea del Norte cualquier tipo de programa nuclear o balístico. El país ha llevado a cabo hasta ahora cuatro ensayos nucleares, en 2006, 2009, 2013 y el pasado 6 de enero.