Nuevas imágenes aéreas del sureste de California, cerca de la frontera de Estados Unidos con México, tomadas por un radar de la NASA, muestran que la superficie de la tierra continúa deformandose luego del temblor del 4 de abril en Baja California.
Los datos del radar UAVSAR de la agencia espacial estadounidense (NASA) detectaron que la falla a la que se le conoce como”deslizamiento provocado” se originó por la tensión en la corteza terrestre, luego de que algunas capas se rompieran por la presión del sismo.
Investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) crearon mapas denominados interferogramas que combinaron datos obtenidos el 13 de abril y el 1 de julio de 2010.
La imagen muestra una franja de 87 por 20 kilómetros sobrepuesta sobre un mapa de la zona de Google Earth. Cada contorno de color representa 11.9 centímetros de desplazamiento de la superficie.
Las líneas marcadas en rojo representan el trazo de la falla y los puntos en amarillo y naranja los desplazamientos originados por las réplicas.
Una ampliación del interferograma se centra al oeste Caléxico, donde ocurrieron la mayor parte de las réplicas.
La imagen abarca una superficie de cerca de 28 por 18 kilómetros y revela muchos pequeños “cortes” o discontinuidades, las cuales son causadas por movimientos del terreno en pequeñas fallas que se produjeron desde 13 de abril, que van desde menos de un centímetro a unos pocos centímetros.
Las fallas que han sido previamente asignada por Estados Unidos y California, a través de estudios geológicos de 2009, están representados por delgadas líneas de color.
El equipo del JPL utilizó una técnica que detecta cambios mínimos en la distancia entre la aeronave que traslada el radar y el suelo.
El radar UAVSAR vuela a una altitud de 12.5 kilómetros en un avión Gulfstream III de la NASA.
La geofísica Andra Donnellan, encargada del proyecto del UAVSAR, dijo que que el último vuelo proporciona nuevos y valiosos datos que los investigadores pueden utilizar para supervisar el reajuste permanente de la corteza terrestre después del gran terremoto de abril.
“La región fue monitoreada con UAVSAR para supervisar si la actividad continuó, incluso las mociones de tráfico (movimientos de las fallas que no dan lugar a terremotos), para detectar cómo la corteza terrestre se reajusta, así como detectar grandes réplicas, tales como la magnitud 5.7 que se observó el 14 de junio”.
Una geofísica de la NASA, Andrea Donellan, aseveró que el proyecto de radar en sobrevuelo ha estado renovando el mapa de la Falla de San Andrés, desde la zona de San Francisco a la frontera de California y México cada seis meses.
El plan también actualiza mapas de otras fallas al oeste de San Andrés, como la de San Jacinto y Elsinore.
Un vocero de la NASA, Alan Buis, declaró que el proyecto de mapas desde el radar concluye en la frontera de California, no ingresa a territorio mexicano.
No es raro que los sismos más poderosos muevan las ciudades de lugar. Después del terremoto de magnitud 8.8 ocurrido en Chile a comienzos de este año, la ciudad de Concepción se movió al menos tres metros al poniente