De manera silenciosa pero eficaz el herbicida que se utiliza en zonas rurales de México ha servido perfectamente para que muchos se quiten la vida, de hecho en su mayoría jóvenes.
Este veneno es más potente que un piquete de alacrán y más letal que la mordida de una víbora de cascabel, el herbicida es ya conocido entre los jóvenes de entre 12 y 20 años como remedio a los problemas y salir por la puerta falsa.
Menos de 3 horas tarda en matar, y en zonas rurales de México el hospital más o menos mejor equipado esta a más de esa distancia, por lo cual el herbicida es el remedio para que los jóvenes agobiados, se vayan de este mundo.